
El Índice de Volumen de Actividad Económica (IVAE) publicado por el Banco Central de Reserva (BCR) muestra que en 2024 cayó la producción de los sectores que generan bienes: -5.3% en el agro y -0.2% en la industria. Incluso la construcción disminuyó -0.5%.
Entre 2019 y 2023, el aporte del agro al Producto Interno Bruto bajó del 5.2% al 4.6% y el de la industria disminuyó del 15.6% al 14.0%. Aunque no hay datos de 2024, como ambos sectores tuvieron un pésimo desempeño es seguro que continuaron retrocediendo.
Los dados de empleo también son alarmantes. Las encuestas de hogares muestran que entre 2019 y 2023 se perdieron 60,354 empleos en el agro y 28,308 en la industria. En 2024 se perdieron otros 10,000 empleos en la industria, según informó la Asociación Salvadoreña de Industriales. Del agro todavía no hay datos.
Hace muchos años que la economía salvadoreña es de servicios, pero la pérdida de base material durante los gobiernos de Bukele la hace más frágil, pues depende más del exterior para conseguir los alimentos que necesita la población y las maquinarias y bienes intermedios que demandan las empresas.
Las exportaciones de bienes cayeron -10% en 2023 y -1% en 2024. Si continúan bajando se dificultará financiar importaciones de bienes de consumo, bienes intermedios y maquinarias, pues las otras fuentes de divisas (remesas, inversión extranjera y desembolsos de préstamos externos) son insuficientes para financiar todas la importaciones y el pago de la deuda externa, que este año se presupuestó en $1,700 millones y terminará siendo más.
Como el FMI conoce ese peligro, le prestará $570 millones al BCR para que aumente sus insignificantes reservas. Pero el programa del FMI golpea la economía nacional y las precarias condiciones de vida del pueblo, porque incluye despidos masivos en el Estado, recorte de las compras y la inversión pública y otras medidas contrarias al interés popular. El 2025 será peor para el pueblo y para la economía en general, sobre todo para la producción material.
El FMI solo quiere que el Gobierno garantice el pago de su deuda. Esa es su misión. Pero la cirugía fiscal que propuso, y que Bukele aceptó, contraerá la economía y aumentará la pobreza y el malestar social.
Por: César Villalona