En 25 años, la Asociación Pro-Búsqueda ha resuelto 450 casos de niños y niñas desaparecidos durante el conflicto armado, tras un estado que se aferra a la impunidad y en garantizar una oportuna justicia a las víctimas.
En el 2005 el Estado Salvadoreño fue forzado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos a decretar el 29 de marzo como Día de La Niñez Desaparecida durante el conflicto armado, un logro que para la Asociación Pro-Búsqueda, corresponde al resultado de la lucha de las víctimas.
“Eso viene del acatamiento de una sentencia de la Corte Interamericana, es decir, obligamos desde afuera para que se cumpliera esto, porque el Estado parece estar más del lado del victimario que de las víctimas”, expresó Eduardo García, director ejecutivo de Pro-Búsqueda.
Pese a que se ha designado un día para conmemorar a los niños y niñas desaparecidos de la guerra civil, Pro-Búsqueda lamenta que el Estado salvadoreño aún no haya adoptado medidas para conocer la verdad y reparar a las víctimas de esos crímenes.
El gran obstáculo para esclarecer los casos de la niñez desaparecida ha sido la impunidad absoluta que se pasea galopante por todo el país sin signos de justicia, a ello se agrega la reserva de información que aún siguen blindando los archivos militares, “Ahora en la actualidad, elementos de la fuerza armada, que se apropiaron de niños, le dieron su nombre, siguen teniéndolos en sus casas secuestrados” agregó García.
Como una lucha entre David y Goliat, Pro-Búsqueda simboliza su propia realidad en la lucha contra la impunidad y en la búsqueda de garantizar ese abrazo que fue robado hace más de 30 años. Ahora, la lucha no es solamente contra la impunidad, sino también contra el tiempo, que parece acortarse cada vez más para las víctimas, en vivir ese anhelado reencuentro.
“La madre o el padre que se nos va, sin conocer la verdad, siquiera donde quedó su hijo, su hija, su familiar, para nosotros es un doble dolor porque no pudimos contribuir a garantizar ese derecho” declaró José Lazo, coordinador de incidencia de la asociación no gubernamental.
Para esta asociación defensora de los derechos de las víctimas, si no se resuelven estos casos provocados por la crudeza humana que provocó la guerra, no se puede ver al futuro con la mirada limpia.
Por: Carlos Amaya.