El Senado de Brasil votará este martes la reforma al sistema de jubilaciones impulsado por el presidente Jair Bolsonaro. Para su aprobación la reforma debe alcanzar al menos 49 votos positivos de 81 senadores que componen la Cámara alta.
La discusión de la reforma a las jubilaciones ha durado al menos ocho meses en las que los senadores han analizado la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC).
El vicepresidente del senado, comunicó en días recientes que se acordó con los líderes de esa asamblea celebrar el 22 de octubre la segunda y última ronda de votación sobre la impopular iniciativa.
El texto de la reforma fue aprobado el 1 de octubre en primera vuelta por 56 votos a favor y 19 en contra. Como se trata de una enmienda a la Constitución, la propuesta debe someterse nuevamente a votación en el Senado.
Actualmente los brasileños puede retirarse, demostrando el tiempo mínimo de contribución de 15 a 20 años. La nueva propuesta decreta el final de la jubilación por tiempo de contribución. Los trabajadores del sector público y privado deberán tener al menos 62 años (mujeres) y 65 (hombres).
Al trabajador retirarse tendrá derecho a una pensión calculada sobre el 60 por ciento de todos los salarios recibidos en vida, con un dos por ciento más en ese volumen, según la cantidad de años, además de los 20 contribuidos.
Para tener el ciento por ciento del promedio de los montos recibidos durante toda la vida de la edad laboral, el trabajador deberá contribuir durante 40 años.
Los detractores denuncian que el proyecto, basado en el capital, tiene el objetivo central de exclusión de la Seguridad Social, destruyendo el modelo concebido en la Constitución de 1988.
Grupos opuestos a la reforma jubilatoria denuncian que Bolsonaro buscará impulsar la propuesta de un sistema de capitalización individual para las pensiones de los brasileños.
La propuesta de capitalización fue retirada del actual proyecto de reforma tras ser resistida por los parlamentarios en una anterior discusión.
Con la capitalización, el trabajador sería el único responsable de hacer un ahorro, vinculado a los bancos, para la jubilación dejando de lado el modelo de solidaridad, en la cual los empleadores y el gobierno contribuyen.
Por: Prensa Izcanal / teleSUR.