El presidente de Honduras podría tener serios problemas. Esto porque fue identificado como un coconspirador en un caso de tráfico de drogas contra su hermano.
Como si fueran pocas, las denuncias del fraude electoral del 2017, ahora el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, es acusado de recibir un millón 500 mil dólares del narcotráfico para su campaña que lo llevó al poder en 2014.
La acusación llega desde Washington, y es parte de la investigación contra su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, arrestado en Miami en 2018 e imputado por contrabando de cocaína a Estados Unidos.
Según los fiscales federales estadounidenses, el apoyo a la campaña de Hernández se produjo mediante sobornos en efectivo a funcionarios hondureños, así como regalos y favores a políticos locales. Sin embargo, para el presidente toda esta acusación es una venganza del narco.
En un país, donde la gente huye en masa de la tierra que los vio nacer y crecer, esta noticia ha generado descontento e indignación.
Hernández se enfrenta a una creciente oposición en su país en medio de cargos de corrupción contra varios miembros de su gobernante Partido Nacional.
Muchos hondureños creen que el crimen organizado y el narcotráfico están profundamente arraigados en la élite del país, alimentando la impunidad en una nación con una de las tasas de asesinatos más altas del mundo.
Por: Prensa Izcanal / Hispantv.