El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el martes la expulsión del mayor representante de Estados Unidos en Caracas, tras repudiar las sanciones económicas de Washington en represalia por su reelección.
“He declarado persona no grata, y anuncio el retiro en 48 horas, al encargado de negocios de Estados Unidos (Todd Robinson)”, dijo Maduro, al recibir las credenciales como ganador de los comicios del domingo, boicoteados y desconocidos por la oposición.
El mandatario respondió así a un decreto firmado el lunes por su homólogo estadounidense, Donald Trump, que complica aún más el financiamiento del país petrolero.
“Yo repudio todas las sanciones que se pretenden contra la República Bolivariana de Venezuela porque le hacen daño, generan sufrimiento al pueblo (…). Rechazo y repudio la conspiración permanente”, agregó.
Maduro también ordenó la expulsión del jefe de la sección política, Brian Naranjo, número dos de la Embajada y a quien identificó como el representante en Caracas de la agencia central de inteligencia (CIA).
De inmediato, Estados Unidos amenazó con “tomar las medidas recíprocas pertinentes”, según declaraciones a la AFP de un funcionario del Departamento de Estado.
El gobernante socialista, de 55 años, dijo tener “pruebas” de la “conspiración” de Estados Unidos y su embajada en los campos militar, económico y político. Ambos países carecen de embajadores desde 2010.
Maduro fue proclamado oficialmente reelecto para gobernar hasta 2025.
“Yo he ganado en buena lid. Nadie me ha regalado esta victoria (…) que he conquistado con la valentía y el coraje con que he enfrentado al imperio”, expresó en la ceremonia ante la cúpula militar, el gabinete y miembros de la oficialista Asamblea Constituyente.
Estados Unidos anunció de inmediato las sanciones, en tanto la Unión Europea denunció “irregularidades” en la elección y estudia medidas.
“Al gobierno de Donald Trump, al gobierno del Ku Klux Klan le digo: ni con sanciones, ni con amenazas ni conspiraciones ustedes detuvieron las elecciones”, dijo Maduro al acusar a Falcón de ceder a las presiones de Washington.
Asimismo, afirma que “Estas medidas arbitrarias y unilaterales coPor / El Co Latino.nfiguran un delito de lesa humanidad e impiden al derecho al desarrollo de Venezuela y obstaculizan el acceso a bienes esenciales de la población. El Gobierno estadounidense instrumentaliza las necesidades del pueblo venezolano como arma política para atentar contra la institucionalidad venezolana y la estabilidad de la República, y por esta vía, promover el derrocamiento del Jefe de Estado, Presidente Nicolás Maduro, en el marco de la doctrina imperial de cambio de régimen”.
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