Todos los años incendian las montañas que rodean el río Lempa. Con estos incendios acaban con los árboles y los animales.
Es un espectáculo grotesco el que se ve desde la carretera Panamericana, a la altura de la Quebrada Seca. De noche, todavía, es más impactante.
En el oriente del país son cientos de incendios provocados en el verano. Cada vez se va desertificando la zona. Hay menos lluvias y tiempos de sequías prolongados.
La pérdida de zonas montañosas provoca, no solo el incremento del calor, sino la perdida de reservas de aguas subterráneas, ríos y quebradas sin aguas, etc.
¿Cómo podemos destruir la casa donde vivimos? ¿Hasta dónde va a llegar la estupidez humana? Este no solamente es un tema de bomberos, sino, también de tomar conciencia que estamos autodestruyéndonos.
Por: Alcides Herrera.