1. Como cristiano creo que la comunidad es el lugar donde se vive la fe en plenitud. La comunidad debe ser un espacio para buscar una vida digna. Tengo la experiencia de mis abuelos y de mi padre, a quienes la comunidad les ha brindado seguridad, sentido a sus vidas y bienestar. No es el individualismo que promueve el capitalismo, y su renta básica, la que es compatible con la fe, sino el espacio llamado comunidad (eklesía) donde compartimos nuestras tristezas y alegrías, nuestros gozos y esperanzas. La organización es el pilar fundamental de la comunidad.
2. El valor de la igualdad y la justicia son fundamentales para mi fe y para mi ideología. El bautismo nos hace iguales e hijos de Dios. Todos los hombres y mujeres nacemos libres e iguales. Por eso lucho por los derechos de las mujeres, de los LGTBI, de los pobres, y de cualquier situación de exclusión y desigualdad. Me siento orgulloso de haber cerrado calles para defender derechos, de alfabetizar, etc. No comparto, aunque viva en él, la competencia en la que nos mete el capitalismo. Rechazo esos valores conservadores que someten a unos en beneficios de unos pocos.
3. Me siento parte de la creación de Dios y parte de ese milagro de la evolución del universo. Crecí en el campo y aprendí a amar a los árboles, a los animales, a producir lo que necesitábamos para vivir. Frondosos árboles de mango, un árbol de tamarindo que me vio leer cuando niño a Memin, Kalimán, Superman, etc. Promuevo la protección del medio ambiente y tengo árboles que cuido y riego a diario. Maldito el sistema capitalista que vota los bosques para construir grandes parqueos para luego sembrar una palmera.
4. Vivir en paz es una de mis aspiraciones. Pero no la paz que silencia las conciencias o la de los cementerios. No creo en el uso de la violencia o de las armas. Si creo en la revolución armada cuando el pueblo la utiliza para quitarse el yugo de las dictaduras o totalitarismos. Creo en la paz que dice el profeta Isaías: la paz es fruto de la justicia.
Por eso soy de izquierda. Esos valores siguen vigentes y el proyecto político y cristiano que los promueva cuentan con mi entrega y lucha.
Por: Alcides Herrera.