Por Diario CoLatino.
El manejo de la pandemia ha sido un fracaso en el país. El nivel de subregistro y manipulación de los datos generan una condición difícil, porque no se pueden tomar decisiones responsables si se oculta la información del COVID-19, así lo aseguró Eduardo Espinoza, de ALAMES “Margarita Posada”.
Dijo que en el caso de El Salvador hay varios estudios de excesos de mortalidad, todos coincidieron en que había un importante subregistro, tanto que es uno de los países de Latinoamérica con mayores índices de ocultamiento de datos del COVID-19.
“Nos enfrentamos con un Ministerio de Salud que no ha llevado al control de la pandemia que ha dejado un gran número de muertes, los estudios demuestran un ocultamiento de la información en los decesos, las cifras de excesos de mortalidad eran de 10 a 1, por cada muerte reportada por el Ministerio de Salud 10 personas más estaban muriendo”, detalló Espinoza.
A criterio del representante de ALAMES Margarita Posada, si se han reportado alrededor de 4,000 muertes, quiere decir que hay 40,000 decesos por el virus, “es una cifra exagerada, pero así de grande es la mentira que se le ha vendido a la población”, reiteró.
“Es por el nivel de subregistro que se decretó la reserva estratégica de los datos epidemiológicos, porque todo estaba confluido para endiosar la imagen del presidente, con fines propagandísticos a nivel internacional. No podemos saludar las medidas tomadas porque no han llegado al control de la epidemia, no ha sabido aprovechar ni manejar los recursos”, manifestó.
Según el galeno, personal de instituciones públicas reportaron que se han presentado voceros del gobierno o sindicatos quienes actúan como portavoces del Estado, a decir que si alguien tiene síntomas gripales deben dar 5 días de incapacidad, si pasado ese período el paciente continúa con los síntomas, puede llegar a pedir una prórroga de otros tres días, hasta contabilizar los 14 días. Este tratamiento no es efectivo e incrementa el nivel de subregistro en el país.
Denunció que les han recomendado no pedir pruebas PCR porque no hay disponibles, y las únicas reconocidas son las tomadas en las cabinas del Ministerio de Salud, las cuales son insuficientes.
Mientras tanto, el médico epidemiólogo, Wilfrido Clará, señaló que en medio de la cuarta ola COVID-19 en El Salvador, la cual es más explosiva que las anteriores, no se actualizan los datos oficiales desde hace 9 días cuando estaba en plena aceleración. “He llegado a pensar que los publicaran cuando la tendencia ya esté a la baja, al 6 febrero de 2022 El Salvador aumentó su subregistro acumulado de mortalidad COVID-19 a 600% situándose solo detrás de Nicaragua con 7,900%”, puntualizó Clará.