La transfiguración del Divino Salvador del Mundo generó, como cada año, esperanza en los fieles católicos. Este año no es para menos, pues se vivirá un momento especial para el pueblo salvadoreño, ya que el próximo 14 de octubre será canonizado el Beato Monseñor Arnulfo Romero.
Para este año, el lema de las fiestas del santo patrono de la República fue “Divino Salvador del Mundo, condúcenos con Monseñor Romero por caminos de justicia y santidad”, que evoca de una manera simbólica al primer santo de El Salvador.
Con la solemne misa celebrada ayer en las afueras de Catedral Metropolitana finalizaron las actividades religiosas dedicadas al Divino Salvador del Mundo, donde el arzobispo de San Salvador Monseñor José Luis Escobar Alas afirmó que esta fecha es histórica, porque es una muestra de agradecimiento a Dios por la canonización de Monseñor Romero.
“Este 2018 nuestra celebración es histórica, porque es la ocasión especial para agradecer al Divino Salvador del Mundo que nos conceda la gracia de ser elevado a los altares en su calidad de santo a nuestro amado mártir, obispo y pastor, San Oscar Arnulfo Romero. Pedimos al Divino Salvador del Mundo nos conduzca por caminos de justicia y santidad para que se transfigure verdaderamente nuestro país y podamos vivir en auténtica paz social, unidad y fraternidad”, expresó Monseñor Escobar Alas.
Asimismo, en la homilía pidió a los diputados de la Asamblea Legislativa tomar decisiones en favor de la población, como aprobar una justa ley de aguas, defiendan el derecho de la propiedad de la tierra de los campesinos y promuevan una justa reforma de las pensiones.
“Suplicamos por intercesión de Monseñor Romero ilumine las mentes y mueva las voluntades de nuestros legisladores para que no privaticen el agua, no promuevan un proyecto de ley que pretenda legitimar las injusticias que conlleva la comercialización del agua, que por favor aprueben la ley general del agua que garantice su derecho a todos los salvadoreños”, recalcó el arzobispo.
De igual manera, el arzobispo pidió que no se reforme el artículo 105 de la Constitución, en el que se establece la cantidad de tierras que puede poseer una persona. “Porque (esta reforma) vendría a despojar a los campesinos de sus tierras, no es justo que derogando la reforma agraria los campesinos pierdan sus tierras y caigan en mayor pobreza, lo cual sería una grave injusticia”, enfatizó.
Escobar Alas pidió que se promueva una justa reforma de las pensiones que garantice todo el beneficio de sus ahorros, fruto del trabajo de vida de los ciudadanos.
“Que haya una administración justa de sus bienes a favor totalmente de los derechohabientes y no de terceros, pues el sistema actual tristemente es gravemente injusto”, agregó.
A la vez, pidió por quienes se han visto afectados por parte del gobierno estadounidense en el Estatus de Protección Temporal (TPS) y de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), a fin que se les respeten sus derechos y se les reconozca a estos compatriotas el gran aporte a la nación de Estados Unidos y se les haga justicia, resolviéndoles favorablemente su situación migratoria.
La eucaristía fue presidida por Monseñor José Luis Escobar Alas y cocelebrada por el cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispos de la Conferencia Episcopal y demás sacerdotes. Además, asistió el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén, así como el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Oscar Armando Pineda, el alcalde de San Salvador Ernesto Muyshondt, diputadas de la Asamblea Legislativa, el candidato presidenciable por el FMLN Hugo Martínez y el candidato a la presidencia por ARENA Carlos Calleja.
Multitudinaria devoción
Una de las principales muestras del fervor al Divino Salvador del Mundo fue la tarde del 5 de agosto, donde los católicos acompañaron la imagen del patrono en la procesión que recorrió las calles del centro capitalino.
El cardenal Rosa Chávez dio a conocer a los presentes las reflexiones, las cuales tratan de crear conciencia para la construcción de la paz en el país, relatando la travesía vivida durante 3 días hacia la cuna del profeta y mártir Monseñor Romero.
“Romero nos enseñó a ser peregrinos. Cuando llegamos a la meta firmamos el pacto de la ternura. Un compromiso con nuestros niños y adolescentes, que claman cero violencias. Necesitamos un solo país, un solo futuro. Un futuro en el que reine la paz y el amor”, expresó Chávez.
Asimismo, se dirigió a los que no compartían con el pensamiento de Romero. “Con el anuncio de la canonización de Romero se dio un terremoto espiritual, quienes no le conocieron cómo era en su tiempo, quienes lo rechazaron ahora están tratando la manera de ponerse en paz con él”, aseveró.
Indicó que con la canonización del ahora santo del mundo, la reconciliación se ve más próxima, pues aseguró que el pueblo estará más unido.
Pero la antesala de todo esto se dio desde tempranas horas de la mañana, las principales calles del centro de San Salvador. A las 6:30 de la mañana llevaron a cabo una misa de despedida de la imagen del patrono de la capital, la cual sería llevada en una primera estación hacia la iglesia El Calvario.
Por El Co Latino.