1. El SITRAMSS fue pensado para beneficiar a la clase trabajadora. Buses cómodos, rápidos y seguros. El odio de clase hizo, “que bajo la falacia de la igualdad”, se declarara inconstitucional. Prácticamente la primera etapa ha sido abortada.
2. El mercado Cuscatlán fue planificado bajo una nueva visión de mercados: modernos, seguros, limpios y competitivos. Los pobres no deben competir con Metrocentro o Galerías. Llega un nuevo alcalde, representante del partido oligárquico, en vez de mejorar su gestión lo descuida y lo politiza.
3. Los programas sociales es una forma de justicia social. Le genera condiciones, por ejemplo, a los pobres para que sus hijos estudien hasta la universidad de manera gratuita. Para la clase dominante los programas sociales son insostenibles y algunos hasta los tildan de despilfarro.
Hay diversas formas en las que la oligarquía muestra desprecio por los pobres y las mayorías populares. Muchas veces se negaron a aprobar prestamos para otras sedes de Ciudad Mujer o para caminos rurales. Fue la presión social que les hizo dar el préstamo para el hospital Rosales, pero ante todo para la atención primaria de salud.
A pesar de lo evidente del odio de clase, las mayorías se identifican con la clase dominante y con su visión deficiente de la realidad.
En estos asuntos, es cuando es importante la ideología. No es una cuestión cosmética, sino algo esencial para tomar decisiones.
Por Alcides Herrera.