Datos de organizaciones del sector salud dan cuenta de más de 100 personas fallecidas de su gremio debido a la pandemia por COVID-19. Hacen un llamado al Estado en su conjunto a evitar la confrontación y unir fuerzas para evitar que la cifra de contagios siga aumentando.
Ciento cuatro personas del sector salud han perdido la batalla frente al COVID-19, así lo informaron representantes del Movimiento para la Salud “Salvador Allende” y la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES). De éstas, 92 laboraban en el sector público y 10 en el privado.
De las personas fallecidas, 35 corresponden a medicas y médicos, 22 al personal de enfermería, 30 eran administrativos y de servicios varios; además, 15 brindaban otros servicios profesionales de salud y 2 eran estudiantes. Del total, 75 eran hombres y 29 mujeres.
Alex Coreas, del Movimiento Salvador Allende, manifestó su desacuerdo con el uso de la “telemedicina” para el tratamiento de estos casos. “Cualquier complicación de la COVID-19 debe tener un seguimiento personal”, expresó.
Además, recordó que las personas con enfermedades crónicas no pueden ser llamados a laborar, según los lineamientos establecidos por el gobierno. “Debe haber una consideración para quienes tienen este desequilibrio y son trabajadores de la salud, debe verse la parte humana de las patronales. Sugerimos hacer los esfuerzos en contratar personal que supla las bajas”, dijo.
Agregó que “se debe proteger al personal de salud con enfermedades crónicas, facilitando su retiro en condiciones dignas y contratando más personal”.
También señaló que se deben crear mecanismos de cumplimiento del Decreto Legislativo 620, que busca brindar protección al personal de salud. “Ahí pueden participar actores como académicos, organizaciones de derechos humanos, personal de salud y otros actores”, apuntó.
Por su parte, Fátima Alas, hizo un llamado a crear un acuerdo y diálogo nacional por la salud. “Con los sectores divididos no es posible hacerle frente a la pandemia, las consecuencias son fatales para la población en general y el personal de salud”, expresó.
“Consideramos que toda la población merece la mejor atención y que se debe dar un cumplimiento y seguimiento digno a los contagios. Se debe responder al nivel que la ciudadanía merece, desde las estadísticas hasta la atención a pacientes”, dijo.
En su comunicado, agregaron que la protección al personal de salud también se debe reflejar en exámenes rutinarios de detección de la COVID-19, con fechas claras y mecanismos de atención en salud domiciliar y hospitalario que evite complicaciones.
El gobierno anunció hoy la llegada de un contingente de 30 profesionales médicos y de enfermería procedentes de Sevilla, España, que son parte de la Fundación SAMU, quienes prestarán asistencia sanitaria directa en rotación normal en el Hospital El Salvador, UCI y centro de aislamiento COVID-19 y otros hospitales según sea necesario.
La que han denominado como “Misión El Salvador” responde a una solicitud del Gobierno, quien asumirá los gastos de su permanencia, en un intento por reforzar la asistencia sanitaria en el país.
En su cuenta de Twitter, SAMU ha explicado que también ofrecerá entrenamiento clínico en ámbitos como el triaje, la implementación inmediata de medidas de prevención y control de infecciones (IPC) y el abordaje al paciente crítico de forma precoz y su correspondiente monitorización.
“Este contingente también prestará apoyo operativo para la supervisión y establecimiento de un centro de tratamiento #Covid_19 de campaña, reforzará el diseño de zonas y protocolos de descontaminación de pacientes, control de flujos de intervinientes, y zonificación”, afirmaron.
En los últimos meses, el personal de salud de diferentes centros ha denunciado la falta de equipo de bioseguridad y otros insumos de protección para este sector. Afirman que esto podría ser la causa en el alza de muertes y contagios en médicos/as y otros profesionales.
Por: ARPAS.