Los precandidatos presidenciales de ARENA mantienen una fuerte campaña de saturación en medios televisivos, radiales y digitales. Carlos Calleja y Javier Simán – los dos empresarios que disputan la nominación del partido oligárquico – también han inundado el espacio físico con vallas publicitarias por todos lados y las redes sociales en internet.
ARENA ha convertido su proceso interno de selección del candidato, en la primera fase de la campaña presidencial. La elección interna arenera será el 22 de abril próximo, pero Calleja y Simán actúan como si ya vinieran las presidenciales del 3 de febrero del 2019.
Por eso el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debe intervenir: el proselitismo interno del partido de la oligarquía constituye propaganda adelantada, sancionada en el Código Electoral.
Calleja y Simán se mantienen en intensa campaña desde mediados del año pasado. Sus actividades preselitistas iniciaron, incluso, antes de que los candidatos a diputados y alcaldes areneros iniciaran su campaña. Únicamente Calleja fue sancionado en noviembre de 2017, con la risible multa de 3,500 dólares.
La inercia del TSE ante la ilegal actuación de los presidenciables areneros se debe a que el partido oligárquico tiene mayoría de magistrados, gracias a los miembros de la Sala Constitucional Berlamino Jaime, Rodolfo González, Florentín Meléndez y Sidney Blanco.
Por moción de personeros de la derecha oligárquica, la Sala mantiene suspendido arbitraria e ilegalmente a Ulises Rivas, magistrado del TSE señalado de supuestos vínculos con el gobernante FMLN.
ARENA también controla la Fiscalía: en enero de este año fue removida de su cargo la Fiscal Electoral Rosa Alvarado, por supuestos nexos con el partido de izquierda. El Fiscal General Douglas Meléndez atendió diligente la petición de FUSADES, el “tanque de pensamiento” de la derecha oligárquica.
Así que, volviendo a la propaganda adelantada de los precandidatos presidenciales areneros, es urgente la protesta de toda la ciudadanía democrática y la población decente. Hay que exigir al TSE el cese de esa obscena campaña.
También es necesario exigir responsabilidad y decencia a los medios de comunicación que se prestan (y se lucran) con las campañas adelantadas. Los medios deben abstenerse de difundir mensajes publicitarios de precandidatos areneros y no transmitir propaganda disfrazada de información.
Por / ARPAS.