Después de las jornadas de estudios, jóvenes del Cantón San Antonio en Ciudad El Triunfo cambian las aulas por una cocina. Ellos elaboran pan los lunes, miércoles y viernes a través de talleres que imparte la escuela en coordinación con visión mundial.
24 estudiantes de séptimo, octavo y noveno grado de la Escuelita de San Antonio, un cantón que es separado por 7 kilómetros de ciudad El triunfo, del oriental departamento de Usulután, cambian sus aulas por una cocina, sus cuadernos por una lata y sus lapiceros por un rodo. Elaboran pan. Iniciaron los talleres desde el 14 de abril de este año.
Se aventuraron, si, se aventuraron. Sin tener conocimientos ni la más mínima idea de cómo se elaboraba pan, se atrevieron a hacerlo, participaron en un taller que junto a visión mundial impulsó la escuela.
“Todos nos entusiasmamos cuando nos plantearon la iniciativa porque sabíamos que íbamos a aprender nuevas habilidades y así ha sido. Hemos aprendido mucho” dice Katherine Castillo, participante de los talleres.
La selección de los estudiantes no fue al azar ni por razones del destino, se eligió a aquellos que tienen un mayor rendimiento académico y quienes mostraron interés en aprender “elegimos a los que tienen buena conducta y los que no faltan a clase. Pero los padres tenían que firmar un acta compromiso para asumir responsabilidades” manifiesta la directora de la escuela, Dora Alicia Lara.
Por su parte, la instructora de los talleres, Sebastiana Romero, detalla que se ha trabajado con diferentes especialidades de pan “Hemos elaborado francés, flautas, bollitos, novias, viejitas, quesadillas de queso, peperechas, brazos gitanos, maria luisa y pizza”. Agrega que los jóvenes han mostrado mucho interés de poner en práctica lo aprendido.
En total son 120 horas de enseñanza. Estos finalizan en el mes de julio, tiempo en el que los estudiantes han tenido diferentes experiencias de aprendizaje. Lo que se pretende con esta iniciativa es que los jóvenes tengan en el futuro la oportunidad de contar con mejores condiciones económicas.
Por Carlos Amaya.