Un informe de la ONU sobre las perspectivas del medio ambiente pronostica que hacia el 2050 la Tierra quedará completamente destruida por el cambio climático.
En el informe sobre el estado del medio ambiente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicó que la destrucción sería provocada por la desaparición de la capa de hielo del Ártico, el aumento de las muertes por contaminación del aire en las ciudades y la extensión del desierto en amplias regiones de la Tierra.
La alerta de Naciones Unidas especificó, en su dossier de 740 páginas y presentada recientemente, que el deshielo del Polo Norte devastaría esa región, privando el balance ecológico de la zona y, en consecuencia, su efecto también se notaría en el resto del planeta.
El documento detalló que la temperatura media del Ártico sufriría un aumento de entre 3 y 5 grados centígrados en los próximos 30 años.
De acuerdo al estudio, en el 2050, unos 4 mil millones de personas vivirían en tierras desertificadas, sobre todo en África y el Sur de Asia, en este sentido, confirmó que la contaminación del aire mata ya a siete millones de personas cada año.
Los elementos contaminantes en el entorno ambiental provocarían que los antibióticos no fueran efectivos en los humanos, subrayó para después apuntar que esta circunstancia sería la primera causa de muerte en el mundo para el 2050.
La investigación, realizada por 250 especialistas internacionales, apostilló que la única solución para revertir este escenario apocalíptico residiría en que se reduciera de forma drástica la emisión a la atmósfera de los gases tóxicos que emiten los vehículos, las industrias y las calefacciones de las casas, entre otros.
En concreto, los expertos recomendaron una reducción de la emisión a la atmósfera de los gases tóxicos de 40 por ciento en el 2020 y un 70 por ciento en el 2050.
El informe ratificó que se podría frenar el aumento de la temperatura de la Tierra en 2 grados centígrados, una cifra establecida previamente en el Acuerdo de París contra el cambio climático.
El fenómeno del cambio climático que miles de personas en diferentes lugares del mundo diariamente lo están sufriendo y experimentando en carne propia, excepto por el presidente estadounidense, Donald Trump, que decidió sacar a su país del Acuerdo de París, en junio de 2017, por considerar que el pacto era contrario a los intereses del primer potencia económica del mundo; es decir: Estados Unidos.
Desde entonces, multitudinarias movilizaciones a lo largo de EE.UU. se han ido sucediendo en busca de combatir el calentamiento global y mostrar su rechazo a las políticas energéticas de Trump, que en convivencia con la industria petrolífera de su país sigue negando que el aumento de las temperaturas en la Tierra se deba a la industrialización sin mesura del hombre del siglo XXI.
Por: Prensa Izcanal / Fuente, Hispantv.