Por: teleSUR
El pueblo indígena dongria kondh, reside en la cadena montañosa de Niyamgiri, en el estado de Odisha, al este de India.
El pueblo indígena dongria kondh se ha convertido en una inspiración para millones de personas, luego de su victoria épica, frente a un gigante minero.
Sin embargo, ahora sus vidas y sus tierras se ven nuevamente bajo amenaza. La policía acosa a sus líderes y les acusa bajo falsos cargos, por lo que ellos sienten que el Gobierno les intenta destruir su comunidad.
Descendientes reales del dios de la montaña
El pueblo indígena dongria kondh, reside en la cadena montañosa de Niyamgiri, en el estado de Odisha, al este de India. Esta zona está llena de barrancos, serranías arboladas y arroyos.
Para esta tribu, su esencia consiste en cultivar las laderas fértiles de las colinas, cosechar y venerar al dios de la montaña, Niyam Raja. En esta área también se encuentra la Montaña de la Ley, de 4.000 metros de altitud.
La población de los dongria kondhs está conformada por más de 8.000 miembros, quienes han vivido al borde de las amenazas de una mina, pues, la empresa británica Vedanta Resources ha tratado por diferentes medios de obtener un permiso para extraer una cantidad de bauxita, la cual yace bajo las colinas, por un costo de 2.000 millones de dólares.
Abrir la mina implicaría la destrucción de Niyam Dongar, además de interrumpir el curso de los ríos y terminar con el pueblo dongria kondh. Este pueblo siente una veneración por sus colinas, sus dioses y los arroyos.
Las expresiones artísticas de este pueblo reflejan su veneración por las montañas, lo cual queda en evidencia por los diseños triangulares que se han encontrado en los santuarios de esta comunidad.
El nombre de la comunidad “dongar”, se traduce como “colina” en la lengua de Oriya, sin embargo, en su propia lengua, ellos se definen a sí mismos como jharnia, que significa “protectores de los arroyos”.
Los dongria viven en comunidades dispersas a lo largo de sus colinas. Creen que su derecho a cultivar las laderas les ha sido conferido por Niyam Raja, pues, son sus descendientes reales.
Tienen conocimientos profundos sobre la flora, la fauna y los bosques. De lo profundo de los bosques, los dongria recolectan alimentos como la piña, el mango, la miel y otros.
Este pueblo también cuenta con un conocimiento sobre plantas medicinas con las que tratan diferentes padecimientos que van desde la artritis, fracturas de huesos, la malaria, la disentería hasta las mordeduras de serpiente.
Además, los dongrias cultivan huertos y plantan árboles de los que recogen jengibre, bananas, papaya dulce y otras hierbas que venden en los mercados locales.
Entre sus bosques se cosechan más de 200 tipos de alimentos. Gracias a esta diversidad este pueblo satisface su necesidad de bienes y alimentos. Aunado a ello, también crían cerdos, pollos, cabras y búfalos.
La minería ilegal
La empresa Vedanta Resources está dedicada a la minería que cotiza en el mercado de valores británico FTSE 100. Fue fundada por el multimillonario Anil Agarwal, quien la preside y es cuenta con más del 50 por ciento de sus acciones.
De haberse construido la mina, los dongria habrían sufrido una gran pérdida, pues, todo su bagaje de conocimientos, además de su buena salud, habrían acabado, mientras que la mayor parte de los beneficios habría ido a las manos de Agrwal.
Antes de haber recibido un permiso para la mina, Vedanta construyó una refinería en Lanjigarh, la cual había comenzado a trabajar en la cinta que transportaría la bauxita directamente hasta las colinas.
La refinería fue aprobada por el Gobierno con una condición: que no se utilizase ningún bosque. No obstante, Vedanta nunca tuvo la intención de cumplir con dicho compromiso, pues, más bien anexó 60 hectáreas del bosque de la localidad, que eran vitales para las comunidades.
Además, destruyó completamente la aldea de Kinari, desplazando con ello a más de 100 familias majhikondhs, hacia un asentamiento en el cual la comunidad no cuenta con tierra para cultivar, sino que viven en pequeñas casas de hormingón rodeadas de vallas de alambres con pinchos. Muchos de estos habitantes quedaron viviendo de la lismona.
Los habitantes kondhs ahora sufren de muchos problemas en la piel, con su ganado enfermo y sin cultivos, males que atribuyen a la contaminación que ha causado la refinería, cuyo principal residuo es un “fango rojo”, que se convierte en un polvo fino cuando se seca por el sol.
Los inspectores del Gobierno lo han descrito como una “contaminación del fondo acuático” ocasionado por la filtración “alarmante y continuada” de residuos tóxicos, los cuales también se filtraron en el río Vamsadhara.
Por ello, en innumerables ocasiones, los dongrias han protestado en contra de la empresa Vedanta. Han cerrado carreteras y han hecho cadenas humanas alrededor de la Montaña de la Ley, no obstante, sienten que su lucha no termina ni que su montaña está a salvo mientras que a sus pies siga activa la refinería.