Quienes estudian estos fenómenos han planteado que una cuarentena demasiada larga no es efectiva. Pues, la gente termina desesperándose y rompiendo la cuarentena en el momento que más disciplina se necesita.
En El Salvador basados en el miedo y en aspiraciones dictadoras, se decretó cuarentena un mes antes de que se diera contagio comunitario. No faltaron los críticos como el Dr. Solano Leiva, quien planteó más rigurosidad científica a la hora de actuar.
La cuarentena ha sido violentada por el mismo presidente y funcionarios de gobierno. Bukele convocó a los salvadoreños a ir a los CENADE, que resultó en 14 grandes aglomeraciones, luego los alrededores de los bancos se vieron abarrotados de gente solicitando el bono alimenticio. Por último, el ministro de gobernación organizó una marcha el 1 de mayo de los sindicatos afines del gobierno. Marcha que le pareció «loable».
Pero quienes gobiernan terminan echando la culpa a la gente o a la oposición política. No tienen el mínimo sentido de responsabilidad.
Los momentos que vienen son críticos, pero la gente está desesperada, 50 días después del inicio de la cuarentena. Las carreteras llenas de vehículos, los mercados llenos de gente y muchos pequeños negocios han comenzado a abrir. Y al gobierno no le da la cabeza más allá de mandar militares a reprimir la población.
Lo mejor será que NOS QUEDEMOS en casa quienes tenemos el privilegio de poder hacerlo. Los que no, aplicar las medidas sanitarias: distanciamiento personal, mascarillas y lavado de manos.
Por: Alcides Herrera.