Gracias a la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), el judoca salvadoreño, Gustavo López Aguilera, de San Martín, se encuentra desde febrero en Japón realizando una base de entrenamiento.
López viajó acompañado del instructor y voluntario de la JICA, Ishizaki Shintaro, y tenían programado su regreso para el 24 de marzo; pero, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, se quedaron en suelo nipón.
Por ello, Luis Alonso Chévez, presidente de la FESAJUDO, gestionó ante la JICA y la Federación japonesa de Judo para que el tineco, de 27 años y los 73 kilos, se quedara en Tokio para seguir en la base de entrenamiento hasta nuevo aviso.
Diario Co Latino contactó, por medio de Richard “el buen samaritano” Ramírez, a Gustavo López para conocer la odisea del atleta en el país del “sol naciente”.
“Por aquí (en Japón) recién acaba de terminar la cuarentena, pero todavía no hay actividad competitiva. No obstante, y en el transcurso de los días de la cuarentena, estuve realizando trabajo físicos, acorde a las instrucciones que diariamente me hace llegar nuestro entrenador nacional, profesor Óscar Henríquez”, expresó López Aguilera.
El judoca dijo, además, que hasta antes de la cuarentena venía entrenando semanas a doble turno, en el gimnasio olímpico de la Universidad Internacional BUDU.
López Aguilera consideró que la experiencia ha sido muy buena y agradece a la Federación Japonesa de Judo y a la JICA por estar pendientes de su alimentación y estadía en ese país.
Sin embargo, Gustavo López, quien por primera vez ha pasado fuera de El Salvador durante varios meses, reconoció que extraña la patria querida, el seno hogareño y reencontrarse con su gran familia del judo.
Por: Co Latino.