14 de febrero de 1993, en uno de los cuartos de la hacienda La Candelaria, en la Comunidad Nuevo Gualcho, Nueva Granada, nace Radio Izcanal (río de hormigas), llamada así por un arbusto que crece en los parajes áridos en todo El Salvador y se caracteriza por sus grandes espinas y a que además alberga colonias de hormigas.
José Luis Gavira, de origen español, quien se enlistó en un grupo de personas que llegaron a asistir a los cientos de retornados del exilio, retomó la idea de crear una radio desde y para la comunidad, fue así que conformó un grupo de jóvenes que serían quienes le darían vida a la futura estación.
Durante varios años operaron en un pequeño y destartalado cuarto de la hacienda, con un sencillo equipo de aficionados: una consola de mezcla de sonido con seis pistas, dos grabadoras de cassettes y un pequeño grupo de voluntarios.
Desde sus inicios el camino fue bastante duro, especialmente en 1995, cuando por órdenes de ANTEL se intervino a todas las radios comunitarias y el equipo que ya habían logrado adquirir, con muchos sacrificios, fue secuestrado por agentes de la PNC. la radio estuvo año y medio fuera del aire.
La situación se solucionó y la radio volvió al aire a mediados de 1997. Las cosas mejoraron mucho desde entonces, tanto así que el 20 de noviembre de 1999 la emisora inauguró su nueva sede.
Además la infraestructura, el equipo y el transmisor fueron mejorados considerablemente, pasando a la etapa digital, para lograrlo, recibieron el apoyo internacional de los Países Bajos, Canadá y Noruega.
La Fundación para la Asistencia a la Comunicación (CAF/SCO) contribuyó con los nuevos equipos, la cooperación canadiense donó los materiales de construcción para la nueva sede, la comunidad compró el terreno y la organización Apoyo Noruego financió la capacitación del personal.
Radio Izcanal es la voz de toda la población rural, su historia hace referencia a las culturas “ancestrales” nahuat, maya y pipil. El lenguaje de la emisora está impregnado de referencias a su legado indígena. El hecho es que al reclamarse de una tradición indígena, la radio contribuye a reestructurar una identidad destruida en gran medida tanto por la guerra como por la desculturización del país.
Un saludo a quienes desde este medio, soñamos con un mejor país en este Día Mundial de la Radio.
Por: Prensa Izcanal.