Desde un cantón cercano al distrito de Nueva Guadalupe, el viernes pasado a las 6 de la tarde, después de llegar del trabajo, María Inés llevó a su hija al hospital con problemas respiratorios causados por una gripe. La niña fue atendida rápidamente en emergencias, donde le administraron una terapia que estabilizó su respiración.
El médico que la atendió le informó a María Inés que faltaba uno de los medicamentos necesarios para tratar a la niña, y le recetó Prednisona y Beclometasona de 5 mg. Sin embargo, la receta le fue entregada en un papel sin sello ni firma del médico. María Inés salió a buscar el medicamento en una farmacia y lo encontró en una presentación comercial que costaba $14.90. Como no tenía el dinero en ese momento, tuvo que llamar a una vecina para que se lo prestara, ya que temía que la salud de su hija empeorara durante la noche.
La niña padece problemas bronquiales, y según comentó la señora Inés a Izcanal, esta no era la primera vez que el hospital le pedía que comprara medicamentos por su cuenta. En otra ocasión este año, también le recetaron Salbutamol, pues no había en la farmacia del hospital. En esa misma visita, le prescribieron Acetaminofén y Amoxicilina, pero solo le proporcionaron un frasco de este último medicamento, pidiéndole que comprara otros dos para completar el tratamiento de siete días.
Mientras la población se queja de la falta de medicamentos, el gobierno central prepara un presupuesto para 2025 que incluye una reducción de $53.9 millones en el sector salud. Para el hospital de Nueva Guadalupe, esta disminución significará una reducción de $396,291 en su presupuesto.
Por: Prensa Izcanal