Envuelto en la ternura que nace de llevar alegría a los niños, el payaso Patín se esfuerza por sacar de los pequeñines risas y exclamaciones, por dar felicidad con su arte popular a quienes traen las esperanzas de la nación.
Relatado así, podría parecer un festejo cumpleañero de un niño afortunado, una celebración de amor familiar, pero es realmente mucho más: la escena ocurre en los jardines de la que fuera residencia de los gobernantes hasta el presidente Salvador Sánchez Cerén.
Decenas de niños, junto a sus maestros, madres y padres, el estadista y varios de sus ministros sostienen un encuentro impensable antes de la gestión del profesor Sánchez Cerén, quien decidió continuar viviendo en su casa de siempre de una colonia de San Salvador.
El ejemplar acto de humildad fue más allá de las promesas del gobierno austero que desarrolla: convirtió la mansión en un lugar de encuentro con la sociedad, sobre todo de aquellos que ni siquiera pensaron que algo así podía ocurrir, una oportunidad impensada por imposible antes de 2014.
De esa manera, el gobernante y la primera dama, Margarita Villalta de Sánchez, crearon un programa que no tiene ni el más remoto precedente en la historia de El Salvador: Casa Abierta, que además hizo de la mansión un centro promotor de la cultura nacional.
La edición del sábado 7 de julio último fue dedicada a la primera infancia y los programas de educación parvularia que la directora de esa enseñanza en el Ministerio de Educación, Lilian de Benavides, destacó que fueron creados cuando Sánchez Cerén fue titular de esa cartera en al primer gobierno del FMLN.
Patín, con su rostro pintado de una sonrisa eterna, con palabras sencillas, recordó al inicio del programa, que transmiten en vivo la radio y televisión públicas, el profundo cambio de la razón de ser de la enorme residencia de la colonia Escalón.
“Antes los presidentes vivían aquí con sus familias”, dijo al inicio del diálogo con los niños, distribuidos en cuatro estaciones temáticas de los programas de educación para la primera infancia en lo que antes funcionaba como una gran cancha de tenis. “Ahora ya no es así”, agregó.
Mientras los mayores, el Presidente, los ministros, funcionarios, maestras y maestros, madres y padres, hablaban de cómo hacer mejor su presente y futuro, los niños se divirtieron con una función de títeres.
Pasada la media mañana, ocurrió otra escena llena de simbolismo: los funcionarios, educadores, los niños y sus familias, hicieron un recorrido por lo mejor de la pintura salvadoreña, de la mano del maestro Augusto Crespín.
Dos horas antes, al darles la bienvenida al programa y la ex Residencia Presidencial, el presidente Sánchez Cerén razonó sobre la prioridad de su gobierno a la educación: el interés superior de una sociedad es la niñez, expresó.
Por / Gobierno de El Salvador.