Un reciente estudio realizado por el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) revela que El Salvador es el país con los peores salarios, comparado con Guatemala y Honduras. Esto, dice el informe, afecta a toda la población, principalmente, a las y los jóvenes que incursionan en el campo laboral.
La Constitución de la República establece que el salario mínimo debe calcularse con base al costo de la vida, el cual, según los últimos datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) es de $404.74 para el área urbana y $288.86 para el área rural. Estas cifras se conocen como Canasta Básica Ampliada, las cuales según la DIGESTYC se obtienen multiplicando por 2 la canasta básica alimentaria.
Sin embargo, el Centro para la Defensa del Consumidor, CDC, cuestiona el mecanismo de cálculo del costo de la vida, ya que según un reciente estudio publicado por esta y otras instituciones, es incorrecto multiplicar la canasta de alimentos por dos para obtener el valor de la vivienda, los vestuarios (ropa y calzado) y los servicios, ya que cada uno de esos rubros tiene precios y tarifas específicas en el mercado.
Marta Zaldaña, representante de la Federación de Sindicatos Independientes de El Salvador (FEASIES), explicó que para alcanzar mejores condiciones, el cálculo del costo de la vida debería considerar otros lineamientos.
Con estos elementos agregados, el costo de la vida según el estudio del CDC, aumenta a 700 dólares, aproximadamente. Para el director del CDC, Danilo Pérez, la discusión del salario mínimo debe incluir estos elementos y eliminar algunos factores negativos en dicho debate.
El estudio también revela que El Salvador es el país con los peores salarios comparado con Guatemala y Honduras, lo cual afecta, según el titular del CDC a las y los jóvenes que incursionan en el campo laboral.
Otra de las recomendaciones del Estudio sobre el Costo de la Vida, es que el Consejo Nacional del Salario Mínimo -instancia encargada de revisar y fijar dicha remuneración- cuente con un mayor presupuesto para financiar investigaciones sobre costo de la vida, la productividad, el empleo.
Esto, afirman, permitiría considerar otras variables que ayude a establecer de manera justa el salario mínimo, además de revisar la elección de sus representantes, tanto de la empresa privada como de sindicatos, para incluir a todos los sectores.
Por: Prensa Izcanal / ARPAS.