Por Carlos Amaya
La embajadora de El Salvador en Estados Unidos, Milena Mayorga, afirmó en un programa de televisión y en su cuenta de Twitter que la “agenda social (del presidente Nayib Bukele) ha frenado la migración irregular”. Esa afirmación, sin embargo, encaja en la definición de Falsa, ya que los datos disponibles revelan que lejos de una reducción de migrantes, lo que ha ocurrido es un aumento.
Alianza Américas y el Instituto Salvadoreño del Migrante INSAMI desmienten la narrativa gubernamental respecto a la disminución de la migración de salvadoreños en 2021. Ambos se basan en los datos brindados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. que registra un aumento del 166 % de los salvadoreños detenidos en la frontera en los primeros seis meses del año fiscal del país norteamericano.
Esta no es la primera vez que Mayorga hace afirmaciones con datos falsos o que no tiene para respaldar su discurso, también lo hizo en febrero de este año cuando el congresista de Estados Unidos, Albio Sires, salió al paso a desmentirla por las declaraciones falsas que hizo tras una reunión sostenida entre ambos. Sires dijo que la embajadora hizo “citas inexactas” de sus declaraciones.
El rostro de la migración
Esperanza Castillo inicia su faena como todos los días. Se levanta temprano, agarra su escoba y recorre, en sandalias, el patio de su casa en el intento de limpiarlo. Vive en la comunidad Nuevo Gualcho de Nueva Granada en el oriental departamento de Usulután. Aún es un poco oscuro y el día no termina de esclarecerse, pero ella avanza en sus labores cotidianas.
Es una mujer morena, chaparra, pelo corto y colocho, ojos grandes y nariz redonda como su cara. Cumplirá 67 años en septiembre próximo y se acompañó a los 19. Tuvo 11 hijos, 6 de ellos se encuentran radicados en Estados Unidos. Todos emigraron de forma irregular. Tres viven en El Salvador y dos luchan por pisar suelos norteamericanos en la búsqueda de mejores oportunidades de superación para ellos y su familia. Se encuentran esperando turno en la frontera sur de Estados Unidos.
Sus dos hijos, Alejandro y Efraín, tuvieron que pagar $22 mil dólares, por ambos, a un “coyote” (persona que lleva o trafica a migrantes hacia Estados Unidos). Esperanza asegura que tuvo que empeñar el terreno que les dio el Gobierno cuando regresaron repatriados a El Salvador en 1990 de un campamento en Honduras, donde resguardó su vida por diez años. Su fe es que cuando ellos lleguen, le ayuden a pagar la deuda para no perder su tierra.
Antes de decidir emigrar, Alejandro tuvo dos trabajos de seguridad en San Miguel: uno con una empresa distribuidora de energía eléctrica, del cual lo corrieron cuando llegó la administración del presidente Nayib Bukele al Ejecutivo y luego consiguió trabajo en una universidad privada, en el que devengaba un salario de $230 mensuales, asegura su madre. “Bueno, los cipotes se van buscando un mejor futuro. Porque aquí, aquí no hay trabajo y si trabajan los pobrecitos es una mínima cosa lo que les pagan. Yo tuve un hijo trabajando en San Miguel de seguridad ¿Cuánto le pagaban en el mes? $230. No le ajustaba ni para mantener el hogar. Él por eso tomó la decisión de salir del país”, se responde.
Esperanza dice que es falsa la narrativa gubernamental sobre la reducción de la migración de salvadoreños hacia Estados Unidos como lo aseguró la embajadora de El Salvador en el país norteamericano, Milena Mayorga, en un programa de televisión, el 26 de marzo de 2021, donde aseguró, “de la región centroamericana somos los salvadoreños los que menor porcentaje tenemos en la frontera sur. Esto es un reflejo de las buenas políticas públicas que se están haciendo en El Salvador”, mensaje que fue reforzado con un tuit el 05 de abril.
“Eso no lo creo yo, eso es una mentira porque se está viendo el pobre cipote que va de camino está cayendo porque está fuerte la migración”, asegura.
Otro dato que aleja aún más las palabras de la alta funcionaria del Gobierno de Nayib Bukele de la realidad, es que solo en el mes de abril más de 11 mil salvadoreños abandonaron el país, según un reporte publicado durante la visita del enviado especial de Joe Biden para asuntos del Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga: de ellos, 2,098 fueron niños que viajaron sin documentos tratando de llegar a Estados Unidos.
Ni es gracias a la agenda social de Bukele, ni la migración ha disminuido
Organizaciones que trabajan a favor de los derechos de las personas migrantes respaldan las palabras de Esperanza, que como muchas madres angustiadas por sus hijos desmienten a funcionarios del gobierno con las historias de sus familias. Según Hazel Contreras, coordinadora regional de Alianza Américas en Centroamérica, la migración ha aumentado, su argumento lo basa en los datos proporcionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés).
“Recientemente, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos reportó que había un ritmo acelerado referente a la cantidad de detenciones en la frontera estadounidense. En el caso de personas que vienen de El Salvador, se estimaba a finales de marzo, un aproximado de 29,000 entre menores no acompañados, personas adultas solas y unidades familiares. Que es de octubre de 2020 a marzo de 2021, que son correspondientes al año fiscal de Estados Unidos”, declaró contreras a nuestro medio.
El año fiscal en Estados Unidos inicia en octubre y finaliza en septiembre. Según los datos de CBP, en los primeros seis meses, es decir, de octubre a marzo, la cantidad de salvadoreños detenidos en la frontera sur, subió un 166 %, pues en 2020 se registraron 10,955 salvadoreños detenidos y en la misma fecha de este año la cifra subió a 29,141.
Estos datos contrastan el discurso que en reiteradas ocasiones ha manejado la embajadora de El Salvador en los Estados Unidos, Milena Mayorga, sobre la supuesta disminución de la migración gracias a las políticas públicas del presidente Nayib Bukele. Para la coordinadora regional de Alianza Américas en Centroamérica, la reducción que se registró en el 2020 fue debido a la pandemia y al cierre de fronteras que los países efectuaron para detener la propagación del virus.
“Indudablemente bajó en el 2020, a consecuencia de pandemia del COVID19, que llevó a muchos países a cerrar fronteras incluyendo al nuestro” aseguró y no como lo maneja la embajadora Mayorga que se redujo debido a las políticas sociales que impulsa el presidente Bukele. Detalló que las causas estructurales de la migración (inseguridad, pobreza, desempleo, desigualdades sociales y reunificación familiar) no han cambiado. A estas voces se suma la del presidente del Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI), Salvador Sanabria, quien concuerda que el numero de migrantes que abandonan el país, continua imparable y que, tanto en El Salvador, como en la región centroamericana, hay un escenario de crisis.
Estos organismos que defienden los derechos de la población migratoria llaman a los gobiernos de la región a velar por la aplicación de políticas públicas enfocadas en garantizar a las personas el derecho a migrar de manera segura.