Organizaciones del sector agropecuario presentaron un anteproyecto que busca que las familias agricultoras cuenten con el apoyo del Estado, sobre todo en momentos de crisis como la generada por la pandemia de COVID-19. Además, consideran puede ser un aporte importante para la erradicación del hambre en el país.
Las organizaciones que conforman el Comité Nacional de Agricultura Familiar (CNAF) ven con preocupación que crisis ambientales y de salud, como la generada por la pandemia por COVID-19, afectara tanto la salud como la economía de las y los productores agrícolas, sobre todo de aquellas familias que viven sustancialmente de ello.
El CNAF considera a este sector podría contribuir a la reactivación de la actividad productiva, generación de alimentos, empleo e ingresos, así como dinamizar las economías locales y preservar los ecosistemas. Por ello, presentaron ante la Asamblea Legislativa un anteproyecto de ley de agricultura familiar.
Entre algunos de los aspectos de dicha propuesta plantean que el Estado apoye a las familias que viven de la agricultura, sobre todo en tiempos de crisis multidimensionales como la que se vive a nivel global. Buscan que el Ministerio de Agricultura y Ganadería establezca en el Presupuesto General de la Nación un monto destinado para ejecutar dicha ley, así lo dijo José Ángel Coto, presidente de la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria, CONFRAS.
“El Ministerio de Agricultura debe realizar compras públicas directas con el campesino, sin intermediarios. También contemplamos que el MAG cree un programa diferenciado de apoyo a campesinas y campesinos, porque estos no tienen las mismas condiciones económicas para poder ejercer esta labor”, expresó Coto.
Según explicó el presidente de CONFRAS, el anteproyecto también contempla una inyección de fondos para entidades estatales como el Banco de Fomento Agropecuario, Bandesal, entre otros, para que productoras y productores puedan acceder a créditos.
“Debido a la pandemia, todos los países cierran sus fronteras y no pueden sacar sus alimentos. Por ello, El Salvador debe proyectarse a ser un país sostenible en la producción de alimentos para las familias”, dijo.
El anteproyecto de ley de agricultura familiar también contempla elementos como el rescate de la semillas nativas, producción de alimentos agroecológicos y orgánicos, los impactos por partida doble en mujeres rurales, así como la discriminación en el acceso a tierras y créditos, entre otros.
El CNAF destacó que para la creación del anteproyecto se consultó con diferentes sectores del agro como comunidades, organizaciones sociales, cooperativas, entre otros.
Para ellas y ellos, la agricultura familiar es una fuente importante de alimentos para la sociedad salvadoreña, por lo que se requiere fortalecer su capacidad productiva para contribuir a la soberanía y seguridad alimentaria. Además, consideran, podría ser el inicio del camino para la erradicación de la pobreza en el país.
Por: ARPAS.