Me motiva escribir este post el twitter de Nayib Bukele en el que expresa: “Oficialmente el candidato de ARENA ha destronado a Sánchez Cerén en su capacidad para convertirse en material para memes”. En otra ocasión expresó que el país no tenía presidente. Sus panfletos propagandísticos comparan a Carlos Calleja, en sus problemas de expresión, con el presidente Salvador.
Uno esperaría de un presidenciable ciertas cualidades o valores, que cuando ejerza las ponga en práctica. Nadie espera un presidente que mienta, que cree conflictos innecesarios o polarice la sociedad. Se espera como dicen algunos un estadista.
Hasta el momento, el presidente Salvador no se ha expresado en contra de Nayib Bukele, ni cuando dijo que no había presidente. Es el estilo de Salvador. Su experiencia política le hacen actuar con tolerancia y comprensión.
Es imposible comparar a estos dos personajes políticos. Salvador a sus 18 años estaba soñando con cambiar este país. A los 25 ya estaba en la clandestinidad. Perseguido por la dictadura militar. Fue capaz de grandes proezas militares con las FPL. Se enfrentó al creciente ejército financiado y entrenado por los EEUU. Fue capaz de dialogar y pactar la paz.
Como gobierno dejará muchos avances: diversificación de la matriz energética, inversión histórica en lo social (salud y educación), fortalecimiento institucional y democrático, mejores relaciones internacionales, mejor logística terrestre, disminución de la pobreza y la desigualdad, un país más alfabetizado, etc.
Son más de 50 años de lucha política las de Salvador A sus 74 años sigue sirviendo al país y lo podemos catalogar como uno de los mas insignes hombres de la historia reciente, de este país, junto a Mármol, Duarte, Ungo, Schafick, entre otros.
Que alguien se sienta grande porque le ha funcionado una estrategia de marketing electoral, y se cree con derecho a despotricar contra tan ilustre persona, como es Salvador, o su estrategia es poco inteligente o carece de valores y principios.
Por Alcides Herrera.