Se cierra una etapa en la vida del FMLN. Luces y sombras en 39 años de historia del país. Ninguna organización política ha dado tanto a este país como el FMLN: derrotó a la dictadura militar, con los Acuerdo de Paz se pusieron las bases para democratizar el país y con dos periodos de gobierno la oligarquía recibió la lección de que “no habían nacido para mandar”.
Como bien lo dijo Lord Acton, “el poder corrompe y si es absoluto, corrompe absolutamente”. Como organización humana con poder y metida en un entramado social, político y económico tanto nacional e internacional, se cometieron errores que ha golpeado electoralmente al FMLN: ha perdido el ejecutivo, ha bajado en número de diputados y una importante base se encuentra desencantada.
Con las elecciones internas y con la celebración de XXXVII convención se ha iniciado una nueva etapa, con una tan sola ventaja: sigue siendo el único instrumento político de izquierda para la alternancia en el poder en el ejecutivo. Esto lo sabe bien el presidente Bukele, la embajada gringa y la oligarquía del país. Razón del ataque continuo de todos esos actores hacia el FMLN. Por ejemplo, Bukele guarda silencio hacia ARENA y negocia con la ANEP su plan de gobierno, pero mantiene un ataque virulento hacia el FMLN.
La derecha ha vuelto al poder. Por más retórica que se haga y aparentes diferencias en la Asamblea con Norman Quijano, el único partido de oposición es el FMLN. Como también el único partido que le puede disputar la alternancia en el poder.
Trae a sus espaldas el FMLN varios retos:
a) Unificar y fortalecer el partido: las elecciones internas han dejado huella en la militancia, un falso equilibrio nacido por la votación cerrada puede traer inmovilismo o divisionismo al interior del partido. Una de las partes debe ceder y reconocer que la dinámica de poder dentro del FMLN es colectiva.
b) Atraer a militantes y grupos de izquierda que han simpatizado con nuevas ideas. El reto es complicado, pues debe darse cuenta el FMLN, que el modo populista de hacer política ha llegado para quedarse, y muchos se sienten bien representados.
c) Prepararse para las elecciones del 2021. Parte como la tercera fuerza política y con toda la derecha en su contra, principalmente la presidencia, que empuja para meter a GANA en el tercer lugar.
Hasta hoy no hay otra alternativa de izquierda que no sea el FMLN. Cambio Democrático simplemente vendió su partido (por no decir vendió su alma al diablo) y Nuevas Ideas es un partido de derecha. No se vislumbra nada nuevo por el lado de las izquierdas. Los que se dicen radicales están muy a gusto con su color cian, haciéndole los mandados a la embajada.
Por: Alcides Herrera.
