EE.UU., que desde un inicio trató de responsabilizar a China de la pandemia del COVID-19, ahora necesita a ese país para cubrir sus necesidades sanitarias.
La experta Samantha Vinograd, en una entrevista concedida este domingo a la cadena estadounidense CNN, ha criticado a la Administración de Donald Trump, presidente de EE.UU., que, en un giro irónico, se ha visto obligada a recurrir a China, país al que la Casa Blanca considera su “competidor estratégico” y al que acusa de sabotear a EE.UU., para abastecer sus necesidades médicas en su lucha contra el nuevo coronavirus y así poder salvar la vida de sus ciudadanos.
La experta explica que, si bien EE.UU. acusa a China de “violar los derechos humanos”, “Estados Unidos depende del gigante asiático para abastecerse de equipos y salvar vidas estadounidenses”.
De acuerdo con sus declaraciones, el país norteamericano ha registrado más de 300 000 casos confirmados de esta enfermedad mortal (también conocida como COVID-19 o SARS-CoV-2) desde principios de abril; y la mala gestión del inquilino de la Casa Blanca ante el avance de la epidemia, ha permitido a China recuperar rápidamente su poder económico. El “Gobierno de Trump debería haber tenido una estrategia para almacenar y distribuir equipos médicos antes de que el virus se generalizara, pero no la tenía”, añade.
A continuación, tras condenar las ineficaces políticas de la Casa Blanca, Vinograd ha dicho que mientras EE.UU. está luchando contra el COVID-19, China, un país que ha vencido el virus, está produciendo equipos médicos y así recupera las pérdidas económicas sufridas en los meses de cuarentena e inacción de su mercado. “Esto es porque los chinos tenían una estrategia para combatir la enfermedad y nosotros no”, critica.
Ahora que las vidas estadounidenses dependen de que China exporte suministros médicos a Estados Unidos, la guerra dialéctica se ha enfriado, pero no hay que olvidar que la Administración de Trump acusó al país asiático de sabotear a EE.UU. y el secretario de Estado del país norteamericano, Mike Pompeo, describió a ese país de “amenaza sustancial” para la salud y forma de vida del pueblo estadounidense.
Además, Trump se refirió a la pandemia como el “virus chino”, aunque Pekín insiste en que los primeros casos se detectaron en la ciudad china de Wuhan pero eso no significa que “necesariamente” la transmisión al ser humano comenzara allí. Un portavoz chino llegó a sugerir que el patógeno podría tener origen estadounidense.
Según las últimas cifras, hasta el momento, el nuevo coronavirus ha contagiado a casi 1,3 millones de personas en todo el mundo, la mayoría en Estados Unidos, con más de 336 830 casos diagnosticados, de los cuales han muerto 9618.
Por: Hispantv.