No todos los interesados en que no se apruebe la nueva ley de reconciliación nacional están jugando limpio.
No son las víctimas, ni la justicia, ni la reparación lo que les interesa. Algunos van tras el dinero de la cooperación y otros buscan congraciarse con EEUU.
Me preocupa los que se quieren congraciarse con EEUU. Pues, lo que buscan es vengarse contra aquellos que lucharon contra la dictadura militar y el imperialismo yanqui.
Estados Unidos no olvida, ni perdona que en este país, unos campesinos, estudiantes y trabajadores organizados le hayan hecho frente al imperialismo y a la oligarquía criolla, su aliada.
En este debate no se debe perder de vista que las víctimas en su mayoría son hombres y mujeres organizados de izquierda y por la izquierda, que fueron perseguidos, torturados, expulsados del país y hasta asesinados. También, hay hombres y mujeres religiosas o de organizaciones sociales. En todo esto fue complice EEUU.
Lo indignante del asunto es que quien se rasga las vestiduras, por congraciarse con los EEUU, cuando se habla de las víctimas actuales de la emigración, niños enjaulados, violados y hasta asesinados, emigrantes presos hasta 6 meses, etc., no exige respeto de sus derechos. Si no que se plega a las políticas antiinmigrantes de Trump. Mucho menos le recordará a EEUU que financiaba con 2 millones de dólares diarios al ejército para que asesinara a su propio pueblo.
Queremos justicia y reparación, pero no será jugando con un doble rasero y un burdo oportunismo político que se hará realidad.
Por: Alcides Herrera.