El gobierno sudafricano decretó hoy el Estado Nacional de Desastre frente a la crisis de sequía que sufren varias provincias del país y que afecta severamente las de Cabo Occidental y Cabo Septentrional.
El anuncio ante el parlamento fue hecho por el ministro de Gobernanza Cooperativa y Asuntos Tradicionales, Zweli Mkhize, a nombre del equipo interministerial sobre el tema de la escasez de agua en esta nación de África Austral.
De acuerdo con las leyes vigentes, la entrada en vigor del Estado Nacional de Desastre permite al Gobierno acceder a fondos especiales reservados en el Tesoro para enfrentar situaciones de crisis.
Buscamos activar las medidas extraordinarias necesarias permitidas por la legislación y exhortamos a todos a ahorrar agua en un país donde escasean esos recursos y descansa en sus riquezas para llevar a cabo sus aspiraciones de desarrollo, agregó Mkhize.
En su discurso ante el órgano legislativo, Mkhize expresó que la sequía en algunas provincias no muestra signos de disminuir y señaló que la agricultura, que es el mayor contribuyente al impulso económico y la creación de empleos, sufre los efectos de la escasez cada vez mayor del preciado líquido.
El Ministro reiteró que ‘el país permanece afectado por una de las sequías más devastadoras en un siglo, que ha tenido un impacto severo en nuestra economía, servicios sociales y producción agrícola’.
La aguda carencia de agua tiene impactos negativos en otros sectores económicos al margen de la agricultura, como la ganadería, procesamiento industrial y turismo, pero sobre todo en el suministro a la población, por solo mencionar algunos.
Al insistir en que las provincias del Cabo (Occidental, Oriental y Septentrional) son las más afectadas y no muestran signos de recuperación, el funcionario señaló como responsable la declinación de las condiciones meteorológicas, que son reportadas como las más bajas desde 1926.
Entre las medidas para elevar el enfrentamiento a la crisis Mkhize anunció la movilización de los recursos de todos los sectores para implementar programas en sus áreas de enfrentamiento a la sequía de forma integrada y coordinada y la mejoría de la capacidad de pronóstico del clima que aseguren servicios de alerta de conocimiento del público.
Figuran asimismo la continuación de las estrategias y planes para la adaptación al cambio climático, el seguimiento la reparación de conductos que provocan la fuga del agua y el impulso a programas en las municipalidades de mantenimiento y reemplazo de infraestructura.
Por / Prensa Latina.