Desde el mes de marzo, que inició la alerta por COVID-19 y posterior la cuarentena domiciliar, los comerciantes de la ciudad turística de Alegría, no facturan ventas. Al aprieto, se suman los pagos de servicios prestados y corte de energía eléctrica.
Esta semana, los vendedores de la Avenida Pedro Trinidad Motiño, de la misma ciudad, conocieron por parte de la Empresa Eléctrica de Oriente (EEO) que su servicio de electricidad sería clausulado por impago de 4 meses.
Uno de los comerciantes, que omitió su nombre, dijo que después que terminó el confinamiento, la empresa comenzó a cobrar en repetidas ocasiones, sin brindar la opción de pagar la deuda en los 24 meses que mencionó el gobierno.
“Fui a tratar de solucionar, pero, ya no podía porque según la empresa, yo no aplicaba al beneficio de pagar mi deuda en dos años. Ellos llegaron al acuerdo de que la familia o negocio que pasara de los kilowatts estipulados, no aplicabas. Es triste porque el gobierno nunca dijo el mecanismo para optar a este beneficio”, agregó.
Los negocios de la calle, no fueron los únicos afectados con esta dificultad, los restaurantes también están sufriendo la misma crisis. Fuentes allegadas a las gerencias de los restaurantes de la ciudad manifestaron que se sienten solos y sin ayuda por parte del gobierno central.
“No quisieron ayudar en lo más mínimo. A los que no se las cortaron tuvieron que ir a pagar hasta casi $500.00 de un solo depósito. Los bancos no cobran porque saben que no hay como pagar”, dijeron.
La Asamblea Legislativa, aprobó este jueves la Ley de Fideicomiso para apoyar a pequeñas empresas, y comerciantes del sector informal. El Fideicomiso será para doce años, a partir de la vigencia de la ley y con $600 millones. El Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL) será el encargado de transmitir el crédito.
Mientras tanto los comerciantes del sector turismo de Alegría, se mantienen a la expectativa, y optimistas que esta ley pueda aliviar la dificultad que aquejan desde varios meses.
Por: Wilmer Medina.