Nayib Bukele propuso ante la Asamblea Legislativa a Claudia Juana Rodríguez, su secretaria privada, como designada presidencial para que lo sustituya en los últimos seis meses de su mandato, y así dedicarse a la campaña electoral para competir en las próximas elecciones pese a que la reelección está prohibida en la Constitución. Rodríguez ha sido su empleada de confianza en sus empresas familiares, en su gobierno y en su partido, donde es la encargada de las finanzas. El mecanismo que los diputados oficialistas siguieron para nombrarla como designada presidencial y para otorgar licencia a Bukele estuvo plagado de irregularidades.
Nayib Bukele dejó la Presidencia de la República en manos de su secretaria privada Claudia Juana Rodríguez de Guevara, quien ha sido su empleada de confianza al punto que ha manejado las finanzas de la empresa de la familia Bukele, Obermet S.A de C.V., de Casa Presidencial, del partido oficialista Nuevas Ideas y de las alcaldías de Nuevo Cuscatlán y San Salvador. Donde hay dinero que Bukele debe administrar, aparece el nombre de ella.
En su gobierno, Bukele también la nombró como presidenta de la junta directiva de la Dirección de Obras Municipales (DOM), al mismo tiempo que como la representante de los usuarios en el Consejo del FOVIAL y coordinadora de las becas Roque Dalto, antes FANTEL, en sustitución de Carolina Recinos.
El pasado 23 de octubre, el periodico El Faro publicó que también fue accionista mayoritaria de la empresa Mov-i, una productora audiovisual que ha pagado saldos de las tarjetas de crédito de Nayib Bukele.
Este 30 de noviembre, la Asamblea Legislativa le sumó un cargo más: Rodríguez de Guevara ejercerá la Presidencia de la República a partir de este 1 de diciembre de 2023 hasta el 31 de mayo de 2024, mientras Bukele y Félix Ulloa se dedican a la campaña electoral para buscar un segundo mandato presidencial de cinco años, pese a que en al menos siete artículos de la Constitución vigente está prohibida la reelección continua.
Pero aunque se aparta del cargo para dar una apariencia de legalidad a su intención de reelegirse, hace unos días confesó que siempre estará detrás del poder: “Voy a tener más tiempo para estar viendo cómo tienen las cosas y cómo avanzan. Voy a tener 24 horas al día para estar preguntando cómo van”, expresó Bukele en una cadena nacional, reunido con el Gabinete de Gobierno ampliado.
Por eso, a juicio del diputado suplente de Arena, César Reyes, la designada presidencial será una “especie de senescal (mayordomo) para que cuide el trono”.
Claudia Juana Rodríguez ejerce muchos cargos en el gobierno con un perfil bajo. Este nuevo nombramiento también fue manejado así. La cuenta de la Asamblea ni siquiera mencionó el nombre de la designada presidencial cuando informó que había sido electa con 67 votos a favor para sustituir a Bukele.
La sesión plenaria extraordinaria fue opacada por el oficialismo con el anunció de Bukele sobre la colocación de la primera piedra del Estadio Nacional de El Salvador, en una transmisión por Canal 10.
Aunque la plenaria extraordinaria había sido convocada para las 4:00 de la tarde, empezó a las 8:07 de la noche, una hora antes de la transmisión y de que las redes sociales del gobierno dedicaran decenas de publicaciones al anuncio del estadio, como si se tratara de publicitar uno y ocultar el otro. Las cuentas de X, antes Twitter, de varios diputados de Nuevas Ideas solo republicaron los mensajes del gobierno e ignoraron el nombramiento de Claudia Juana Rodríguez.
Camándula de ilegalidades
El partido oficial sumó otra serie de violaciones a la Constitución en la sesión plenaria extraordinaria para elegir a la designada presidencial y otorgarle la licencia a Bukele y su vicepresidente Félix Ulloa para que se dediquen a la campaña electoral.
La elección de la designada presidencial incumplió con el procedimiento de los artículos 131 y 168 de la Constitución que establece que el presidente propondrá dos ternas de nombres de entre las cuales la Asamblea deberá elegir al primer y segundo designado presidencial. Bukele, además de hacerlo con cuatro años y medio de retraso, sólo propuso el nombre de Claudia Juana Rodríguez de Guevara. El presidente debió haber enviado al menos dos ternas con seis nombres. Pero eso no ocurrió y la Asamblea, acostumbrada a obedecer y tramitar sin la más mínima discusión todo lo que envía la Presidencia de la República, aprobó que Rodríguez se convirtiera en la designada.
Luego de ser electa en votación nominal y pública, la nueva designada no se presentó a la Asamblea para ser juramentada, pese a que el artículo 235 de la Constitución dice que “todo funcionario civil o militar, antes de tomar posesión de su cargo, protestará bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución, ateniéndose a su texto cualesquiera que fueren las leyes, decretos, órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo, además, el exacto cumplimiento de los deberes que el cargo le imponga, por cuya infracción será responsable conforme a las leyes”.
Para el abogado Enrique Anaya, eso implica que El Salvador no tiene presidente: “Así que, si la sra designada ejerce el cargo de hecho, será una USURPADORA, y no una presidenta en funciones. Y lo digo en serio, no en términos novelescos de Televisa. El Salvador NO TIENE presidente”, escribió Anaya en X.
Pero no fue la única violación constitucional de la noche. La Asamblea concedió licencia por seis meses al presidente Nayib Bukele y a su vicepresidente Félix Ulloa, sin que estos se presentarán personalmente. El artículo 131, numeral 15, de la Constitución sostiene que a la Asamblea le compete resolver sobre renuncias interpuestas y licencias solicitadas por el presidente y el vicepresidente de la República y los designados, previa ratificación personal; sin embargo, la solicitud fue hecha por el secretario jurídico de la Presidencia, Conan Castro.
El decreto enviado por Castro, en el considerando tercero, cita el mismo artículo 131, numeral 15, pero de forma incompleta, omitiendo la frase “previa ratificación personal ante la misma Asamblea”.
La diputada del FMLN, Dina Argueta, cuestionó que los diputados de Nuevas Ideas ni siquiera leyeron lo que dice el mencionado artículo, pues avalaron la licencia sin antes haber sido ratificada personalmente por Bukele y Ulloa.
Falla de origen
Conan Castro argumentó que la licencia se basa en una resolución de la Sala de lo Constitucional, impuesta por la Asamblea oficialista el 1 de mayo de 2021, que estableció que el presidente para un segundo mandato debe solicitar licencia durante los seis meses previos a concluir el periodo, así como la resolución del Tribunal Supremo Electoral que avaló la inscripción de las candidaturas presidenciales de Bulele y Ulloa.
El diputado de Nuestro Tiempo, Johnny Wright Sol, explicó que los artículos 155, 156 y 131, numeral 20, de la Constitución, establecen las causas por las que el Presidente de la República puede ser sustituido por el vicepresidente o por los designados, las cuales son: por muerte, renuncia por causa grave o remoción u otra causa que también debe ser justificada.
“Es decir que la causa por la cual será sustituido el presidente debe ser legal y comprobable. No existe la posibilidad reglada de que la licencia sea solicitada para efectos de postularse a una candidatura presidencial nuevamente y hacer campaña política, ya que esta opción está prohibida claramente por la Constitución”, agregó el legislador.
Los diputados de Nuevas Ideas y los aliados aseguraron que solo estaban cumpliendo con la resolución de la Sala y con la atribución constitucional de otorgar la licencia. El jefe de fracción de Nuevas Ideas, Christian Guevara, además justificó que es necesario que el proyecto del presidente continúe porque a pesar de los “logros” en economía y seguridad, aún falta mucho por hacer.
Los abogados constitucionalistas también han reiterado que la Constitución prohíbe la reelección; por lo tanto, no puede pedir licencia seis meses antes de terminar su mandato o renunciar al cargo para postularse de nuevo a la reelección.
José Marinero, abogado y miembro del Movimiento Sumar, explicó en su cuenta de “X” que en realidad Bukele lo que hará es “abandonar el cargo”, al igual que Félix Ulloa, quien también busca ser reelecto como vicepresidente.
“El presidente y vicepresidente abandonan el cargo seis meses y además se dedican a hacer campaña para una reelección prohibida. El designado presidencial no puede ejercer el cargo porque los otros dos (Bukele y Ulloa) no pueden pedir ‘licencia’ para cumplir un requisito inexistente para ser reelegidos porque eso está prohibido. Lo que habrá es un abandono del cargo aunque formalmente lo sigan desempeñando”, aseguró Marinero.
El abogado Enrique Anaya, al ser consultado por GatoEncerrado, explicó que “en un régimen como el actual, como la ley termina dando igual, se pueden inventar cualquier cosa”.
De acuerdo con Anaya, la postulación de Bukele a la reelección es ilegal desde todo punto de vista, “desde su origen”, así como inexistente la facultad de pedir licencia para hacer campaña electoral que se atribuye Bukele, tal como también lo recalca el abogado Jonathan Sisco.
Conservan los privilegios
La misma solicitud de permiso dice que Bukele y Ulloa mantendrán la seguridad, personal de transporte, uso del batallón presidencial, residencias y todas las “garantías de protección como mandatarios”; es decir que piden mantener los privilegios de gobernantes.
“Esta Asamblea Legislativa no puede desconocer el cargo que el Presidente tiene, por lo cual, es necesario señalar que al conceder la licencia por seis meses, esta Asamblea debe regular y determinar que el Presidente y Vicepresidente mantendrán las medidas administrativas que el cargo exige, debiendo contar con todas las garantías de protección como mandatarios, es decir, continuar con el servicio de seguridad propio de su cargo, la disposición y el uso del batallón presidencial, y todas aquellas prerrogativas propias que se encuentren orientadas a su protección física, como: personal de transporte, seguridad, uso de residencias y toda prerrogativa que encamine a la consolidación de la seguridad jurídica, política y física del Presidente y Vicepresidente”, reza el romano VI de la solicitud que envió el Secretario Jurídico de la Presidencia, Conan Castro.
El jefe de fracción de Nuevas Ideas dijo que ambos mandatarios “no podrán ejercer una función administrativa”, pero no se le puede dejar de lado la investidura de su cargo de presidente y vicepresidente: “No se puede desconocer, porque los salvadoreños fueron los que le dieron esta investidura. Así que nosotros y en representación de toda la bancada cian vamos a respetar la Constitución, vamos a cumplir nuestra función de poder otorgar licencia a un presidente y un vicepresidente”, dijo Guevara.
Por: Gato Encerrado.