Lejos de ser un acto de caridad, el Bono Contra el Hambre, cuyo financiamiento aseguró el presidente de Bolivia, Luis Arce, es una medida solidaria pero también una eficaz herramienta anticrisis de impulso a la demanda.
El mandatario firmó ayer las leyes que harán posible el bono para los más necesitados, a solo cuatro días de iniciado su mandato, y anunció que se pagará desde diciembre próximo e hizo realidad en tiempo récord una de las más importantes promesas de su campaña electoral.
El apoyo ascenderá a mil bolivianos (aproximadamente 147 dólares) y beneficiará a cuatro millones de habitantes, pero, según explicó Arce al firmar dos leyes para financiarlo, no solo aliviará los padecimientos de la gente de menos recursos.
Explicó que ese alivio será un gran estímulo a la demanda, lo que servirá para reactivar la crítica economía que dejó el efímero régimen golpista y también el daño causado por la pandemia de Covid-19.
‘Hay que empezar con la reconstrucción de la demanda interna, el Bono Contra el Hambre busca la reconstrucción de la demanda interna; primer elemento que va a generar ese crecimiento económico que los bolivianos estamos esperando’, dijo Arce en el acto.
‘Si no se reactiva la demanda interna es muy difícil reactivar el aparato productivo’, advirtió.
Una de las leyes firmadas se refiere a un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 450 millones de dólares, para apoyar a poblaciones vulnerables afectadas por la pandemia.
La otra norma viabiliza dos créditos del Banco Mundial, por 54 millones 300 mil dólares y por 200 millones de dólares para redes de protección social de emergencia por la crisis de la Covid-19.
Los beneficiarios de ese aporte serán quienes no reciban salarios y el Bono Contra el Hambre es producto de una ley del anterior Parlamento, impulsada por el Movimiento al Socialismo (MAS) que el gobierno de facto se negó a ejecutar.
El mal manejo de la economía del fenecido gobierno de facto, a lo que se agregó la corrupción, lo confirmó el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, al señalar que la administración de Jeanine Áñez necesitó solo tres meses para hacer un decalabro de la ordenada y positiva economía boliviana.
En el ámbito social, Arce entrego copias de las leyes firmadas, al secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, quien agradeció al mandatario por cumplir su compromiso electoral.
Por: Prensa Latina.