En 68 países, los gobiernos y el PMA proporcionan a los niños cupones, transferencias en efectivo y raciones que pueden llevarse a casa como una alternativa a las comidas escolares.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertaron este miércoles que otros 10 millones de niños en todo el mundo podrían enfrentarse este año a desnutrición aguda como resultado de la Covid-19.
Esta situación les dejaría a un paso de morir de hambre, según las últimas estimaciones del PMA. Esto sería causado por el impacto que tiene en las familias más vulnerables la crisis sanitaria, pues dependen de trabajos diarios o de las remesas para subsistir.
Asimismo, los confinamientos y la restricción de movimientos en numerosos países impactan las maneras de subsistir de las familias. A esto se le añade otras amenazas a la seguridad alimentaria como los conflictos y los frágiles sistemas de salud.
Otro factor que agrava la situación es el no asistir a la escuela. Este hecho afecta la nutrición de 370 millones de niños. Para ellos, la comida que reciben en la escuela es su única comida del día.
“Cuando no la reciben, pasan hambre y están en peligro de enfermarse, abandonar la escuela y perder la mejor oportunidad de escapar de la pobreza”, dice un comunicado del PMA.
Al respecto, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, argumentó que “la escuela es mucho más que un lugar donde se aprende. Para muchos niños, es la única forma de acceder a la seguridad, a los servicios de salud y a la nutrición”.
“A menos que actuemos de inmediato ampliando servicios vitales para los niños más vulnerables, las devastadoras repercusiones de la Covid-19 durarán décadas”, aseveró.
En respuesta a un informe reciente del secretario general de las Naciones Unidas en el que ponía de manifiesto la cantidad de niños que habían dejado de recibir las comidas escolares, el PMA y Unicef trabajan con los gobiernos para ayudar a los niños que no están yendo a la escuela durante la crisis.
Para apoyar esta iniciativa la Unicef y el PMA destinaron 600 millones de dólares. Su labor estará estrechamente vinculada a la Coalición Mundial para la Educación, dirigida por la Unesco, un esfuerzo mundial para garantizar que los niños sigan estudiando a pesar de las interrupciones ocasionadas por la Covid-19.
Por: teleSUR.