El Instituto de Medicina Legal hizo oficial la entrega de seis osamentas de la familia Bonilla Realegeño, la cual estaba constituida por el padre, la madre, sus dos hijas adolescentes, su hijo de 8 años y una mujer adolescente, todos asesinados por efectivos de las Fuerza Armada de El Salvador.
La masacre de El Calabozo se perpetró durante el operativo militar denominado “Teniente Coronel Mario Azenón Palma”, del 17 al 25 de agosto de 1982, en los municipios de San Esteban Catarina, San Lorenzo, Santa Clara y otros municipios aledaños, del departamento de San Vicente, provocando el asesinato de más de 200 personas, entre mujeres, niñas, niños, hombres mayores de edad y civiles desarmados.
Juana de Jesús Realegeño, sobreviviente de la masacre, dijo: “Nosotros salimos a buscarlos (a la familia asesinada) pero sólo había casas solas de tanta masacre que hubo, nosotros quedamos hasta sin casa porque nos quemaron la casa y se llevaron todo lo que nosotros teníamos; yo les digo que necesitamos justicia por tanto mal que nos han hecho”.
El ex procurador de derechos humanos, David Morales, manifestó que el proceso de exhumación inició el 28 de octubre al 1 de noviembre de 2018, con el acompañamiento del Centro para la Promoción de los Derechos Humanos “Madeleine Lagadec” y Cristosal, junto a familiares sobrevivientes y apoderados en el proceso judicial que se promueve en el Juzgado de Primera Instancia de San Sebastián en el departamento de San Vicente para el esclarecimiento del caso.
“La sentencia de amparo de la Sala de lo Constitucional ordenó que desarchivar el caso de El Calabozo y reiniciar las investigaciones a partir de entonces se han realizado una exhumación de restos que ahora finalmente son devueltos a la familia se han fortalecido otras diligencias de inspección y es un caso que desde su denuncia en el 1992 tiene un importante acerbo probatorio testimonial contra el batallón Atlacalt y Ramón Belloso”, explicó Morales.
En el proceso judicial, los acusados de ordenar la masacre de civiles en el caso de El Calabozo son el General José Guillermo García (Ministro de Defensa y Seguridad Pública de la época); General Rafael Flores Lima (Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada en la época); Coronel Sigfredo Ochoa Pérez (Comandante del Destacamento Militar Número Dos de la época); Teniente Coronel Miguel Antonio Méndez (Comandante del Batallón de Infantería de Reacción Inmediata “General Ramón Belloso” en la época); y el General Juan Rafael Bustillo (Comandante de la Fuerza Aérea de El Salvador en la época); acusándoles de los delitos de asesinato.
Por: Prensa Izcanal / Verdad Digital.