En la comunidad Nuevo Gualcho se trabaja por el cuido del medio ambiente a través de diferentes medidas iniciadas en el 2014.
Las altas temperaturas de este lugar son impresionantes. Para llegar a él sus habitantes utilizan diferentes vías: El transporte colectivo, carros o motocicletas propias. Esta última forma de trasladarse es la más común.
La comunidad Nuevo Gualcho, esta ubicada en el municipio de Nuevo Granada en el departamento de Usulután.
Este lugar se ha caracterizado por su organización comunitaria, la cual es un pilar fundamental para su desarrollo. Aquí, habitan más de 200 familias. La mayoría se dedica a la agricultura y ganadería; también está un sector que se sostiene económicamente a través de las remesas que salvadoreños radicados en el exterior envían.
De la mano con el medio ambiente.
En el 2014 llega a esta comunidad la ONG Progressio, quienes a través del Movimiento Salvadoreño de la Mujer MSM gestionan un proyecto donde buscan involucrar a un grupo de jóvenes organizados, es en ese momento que conocen del trabajo de la Asociación Juvenil Quetzalcóatl. Un grupo de aproximadamente 100 jóvenes entre hombres y mujeres que trabajan en colectivo, con el fin de crear más oportunidades en Nuevo Gualcho.
Preocupados por el exceso de plástico que se percibe en la zona, deciden solicitarle a Progressio un centro de reciclaje construido con una técnica amigable con el medio ambiente: la bioconstrucción.
Un método utilizado para la construcción de edificios o viviendas a base de materiales reciclables o ecológicos, que permiten la armonía con la naturaleza.
Tras la evaluación y aprobación del proyecto, se estimaron tres objetivos básicos: La creación de un centro de artesanía con materiales reciclables; la construcción de una cabaña para albergar a turistas y el levantamiento de un centro de acopio donde se traslada todo el material plástico que se recoge en la comunidad, para luego comercializarlo y obtener ganancias que son utilizadas para el financiamiento del grupo.
Estas acciones representan el compromiso de los jóvenes por cambiar una realidad que no es nada fácil.
“Uno de los logros más grandes que hemos tenido es la construcción de casas con la técnica de bioconstrucción”, afirma Ismael Orellana miembro de Quetzalcóatl.
Para este grupo juvenil su reto es continuar haciendo conciencia a chicos y grandes sobre la importancia del cuido del medio ambiente. El objetivo es buscar soluciones sustentables y eliminar el manejo de materiales contaminantes que dañen la salud de las personas.
Por Flor Rivera.