La sequía prolongada en Guatemala deja sin alimentos a miles de familias en las áreas rurales del territorio y redunda en desnutrición en menores.
Al menos unas 250 mil familias que viven en el denominado “corredor seco” no pudieron salvar sus cosechas de los efectos de la prolongada falta de lluvias o como comúnmente se le denomina efecto del Niño en varios departamos y ello deja sin posibilidad alguna para que las personas que viven en estas áreas puedan siquiera subsistir sin lo que generalmente producen en sus limitadas tierras. El Gobierno guatemalteco intenta paliar la situación mediante una de sus secretarías.
De acuerdo a información oficial, se les otorgarían 3 bonos que en total suman alrededor de 100 dólares por familia, sin embargo el poco dinero no llega y los efectos a partir de la falta de alimentos se traduce en desnutrición, crónica y aguda, y en muchos casos la muerte de menores a consecuencia de tan delicado problema y que raya con varios factores.
El denominado corredor seco se ha extendido hacia otras áreas que no se consideraban áridas o semiáridas, sin embargo la deforestación ha causado estragos en las comunidades que tienen que vivir el lastre de la sequías y el Gobierno hace muy poco para contrarrestar el problema.
Las cosechas que quedaron reducidas a nada servirían únicamente para el alimento de los campesinos para todo un año en la mayor parte de los casos, por lo que lo peor está por venir.
A pesar de que a estas alturas del año ya se pueden evidenciar los efectos de la sequía, no será sino hasta principios de 2020 cuando se puedan cuantificar los daños ocasionados por la misma, debido a que los afectados no tendrán granos básicos almacenados siquiera para alimentarse.
Por: Prensa Izcanal /