Arturo Escalante oficia la santa eucaristía de Pentecostés en la Cripta de Catedral Metropolitana de San SalvadorSon nueve días los que tiene Nayib Bukele de haber tomado posesión como presidente de la República, nueve días en los que pareciera que la delincuencia desapareció del país y todo es “amor y paz”, criticó un sacerdote católico durante la homilía en la misa de la Cripta.
A más de una semana del cambio de Gobierno, se desconoce cuántos son las personas asesinadas desde el 31 de mayo, lo cual ha empezado a ser cuestionado por algunos sectores, ya que la cartera encargada de esos datos se mantiene silente, a excepción del caso de un policía asesinado este fin de semana.
Algunos asistentes a la cripta de Catedral Metropolitana, manifestaron que no es que la población sea feliz al saber las cifras de salvadoreños asesinados, sino que les llama la atención que “estos dejaron de suceder de la noche a la mañana”.
Según el vicario de la iglesia Cristo Redentor, José Arturo Escalante, la política del nuevo gobierno es mostrar que en el país no está pasando nada mientras que la otra era, hacer del gobierno anterior uno incapaz de responder a la seguridad.
El religioso señaló que teme que “este presidente venga con una tendencia radical en varios aspectos, como la profundización de la derecha en el Estado; que sea nada más otra derecha en el gobierno”.
Escalante, retomó las palabras de Ignacio Ellacuría, sobre que el pueblo debe reflexionar, meditar y organizarse, “solo con organización incluso la violencia podría cambiarse, pero al final estos miembros de pandillas han caído en dominar a las personas y por eso intimidan y manipulan a la gente”, dijo previo a la misa en la cripta.
La comunidad Monseñor Romero, también se pronunció ante supresión de algunas secretarias ordenadas por el mandatario Nayib Bukele, lo cual ha dejado a cerca de quinientas personas sin empleo, situación que “ha sido opacada por los casos de nepotismo denunciados esta semana”.
La homilía del domingo fue centrada en el pentecostés que “es la promesa del padre y el hijo, una invitación a la misión evangelizadora y el motor que ha de mover el espíritu del ser humano”.
Por / El Co Latino.