Autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) presentaron las perspectivas hidrológicas del país para el segundo trimestre del año, indicando que los caudales medios de los ríos del país presentarán un déficit máximo de entre 45 y hasta un 60 por ciento, con énfasis en los meses de mayo y julio de 2019.
Para la zona central se prevén disminuciones en los ríos Huiza, Chilama y Amayo, en el departamento de La Libertad, con porcentajes de reducción hasta del 50%, respecto al promedio histórico.
Mientras que para la zona oriental se esperan reducciones de caudales en los ríos Goascorán, en La Unión; Torola, en Morazán; Grande, de San Miguel; y, los ríos El Molino y El Cacao ubicados en Usulután, en los cuales se prevé reducción hasta del 60%.
En la zona occidental del país se esperan reducciones hasta del 45% en los caudales en los ríos, Angue San José y Ostúa en Metapán, del departamento de Santa Ana.
Esta condición de reducción en los caudales podría deberse a la irregularidad territorial y temporal de las lluvias que se esperan para el próximo trimestre, el cual podría ser similar al registrado en el mismo período de los años 2015 y 2018.
Por la característica de las lluvias esperadas (intensas y de corta duración, típicas del período), podrían observarse inundaciones en zonas urbanas asociadas con limitaciones del drenaje pluvial, con énfasis en los departamentos de San Salvador, La Libertad, Santa Ana y San Miguel.
En cuanto a los embalses, estos tendrán una recuperación lenta en los volúmenes de agua y se anticipa un leve déficit del 30% en los caudales de ingreso a dichos embalses, con respecto al promedio histórico para el trimestre.
Para hacer estas proyecciones, los expertos consideraron información meteorológica y la cruzaron con información del comportamiento hidrológico de los años anteriores y verificaron las perspectivas climáticas, las cuales auguran una perspectiva hídrica trimestral poco favorable.
Los hidrólogos señalan que esta condición se debe a la irregularidad territorial y temporal de la precipitación (lluvias), que han afectado el escurrimiento superficial, la recarga de los acuíferos y el volumen de agua almacenada en lagos, lagunas y embalses.
Por / Transparencia Activa.