Habitantes de Cerro Nanzal en el municipio de Santa Elena, Usulután. Expresan descontento por la mala calidad de los materiales utilizados en el proyecto de agua potable que abastece a la comunidad.
“El monto de dinero que se envió es de un millón 700 mil dólares, y la alcaldía donó las letrinas que fueron más de 200 mil dólares, por todo son 2 millones de dólares, la pregunta es; ¿Dónde Están?”.
Esta interrogante es generalizada entre las más de 600 familias que residen en el cantón Cerro el Nanzal de Santa Elena. Ellos, se quejan de la mala calidad de la tubería instalada en este proyecto que tuvo una inversión que rondó los dos millones de dólares provenientes de la cooperación internacional y de la municipalidad.
-Explica Miguel Machado coordinador de mantenimiento.
“Nos han dejado una tubería PD de 1.60, cuando las tuberías no son de esa capacidad, por la potencia de carga que tienen las redes, del pozo está saliendo el agua de calidad para el consumo humano pero en las redes se descompone, cuando llega a los hogares llega con grasa y ya no se puede tomar”.
El malestar de la población se origina a raíz de la emanación de grasa que despide la tubería que conduce el agua hasta los hogares de los ocho caseríos del cantón Cerro el Nanzal.
-Expresa la tesorera del proyecto Leticia Flores.
“El problema está en el tubo galvanizado, la gente no puede consumir el agua, todos venimos hasta el poso para llevar agua, porque la que llega a nuestros hogares llega con mucha grasa y un mal sabor tetelque”.
Ante la problemática el promotor de salud de la comunidad, Juan Ignacio Robles, advierte las consecuencias que esto representaría para las familias en el futuro.
“Ya van casi dos años de este servicio de agua y no es el idóneo porque no es apta para tomar, la preocupación cómo ministerio de salud es que dentro de dos o tres años puede resultar una epidemia de insuficiencia renal, de cáncer de manera general en las personas”.
Por estos motivos, la directiva de la comunidad solicita a la cooperación inspeccionar el proyecto para que tome cartas en el asunto.
El proyecto ejecutado por el FISDEL fue inaugurado en enero del 2018. Actualmente se encuentra en la fase de prueba acordado para dos años, luego pasará a manos de la comunidad, los que a raíz de esta dificultad adelantan que no lo recibirán.
Las familias beneficiadas pagan ocho dólares al mes por 12 metros cúbicos de agua. Costo que debido a la grasa que despide la tubería se ha incrementado porque hoy están comprando el agua para consumo.
Por: Brenda Arévalo