Imelda Cortez, la joven que fue violada por su padrastro y acusada de homicidio agravado en contra de su hija, fue liberada tras considerarla inocente.
A una sola voz celebraban la libertad de Imelda y el repudio hacia el sistema de justicia salvadoreño, quien nuevamente demuestra que estaba equivocado.
Son organizaciones feministas, que desde tempranas horas se encontraron a las afueras del juzgado de sentencia de Usulután, para acompañar a Imelda Cortez, la joven que fue violada durante siete años por su padrastro y encarcelada luego de sufrir un parto extra hospitalario.
Los ánimos fueron alentadores desde muy temprano. Las defensoras de Imelda confiaban en que el juez absolviera de todos los cargos a la acusada.
Imelda fue liberada después de estar bajo custodia por más de un año y 8 meses. Tiempo en el que sufrió infinidad de violaciones a sus derechos por parte del sistema judicial.
Ni el sol, ni el cansancio doblegaban las fuerzas de estas mujeres para gritar “libertada para Imelda”. Deseo que se hizo realidad después de varios meses de constantes luchas contra un sistema que criminaliza a la mujer.
Karla Vaquerano abogada defensora, mencionó que la fiscalía debería ser más responsables, con este tipo de casos que ocurren en el salvador. Un año y ocho meses es el tiempo que la joven fue privada de libertad, tiempo en el que las feministas no han dejado de apoyar desde la primera audiencia.
Por Carlos Amaya.