Datos de la organización Alianza Cacao apuntan que el 90 por ciento de todo el cacao en el mundo es producido por pequeños productores en pequeñas hectáreas, y hoy en El Salvador más de siete mil personas se dedican a este promisorio renglón, que ya se ubica entre los 18 mejores a nivel mundial.
De acuerdo con la Alianza Cacao en la actualidad, la producción de esta semilla ha crecido un 2.6 por ciento desde 2005 en el mundo, los precios para el cacao a granel crecieron un 0.7 por ciento anual a partir de ese y el 1.6 por ciento desde enero de 2013.
También la Fundación Mundial del Cacao afirma que la demanda internacional de cacao está subiendo un 3.1 por ciento por año.
Razones más que suficientes para que el gobierno central, junto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) y otras instituciones dedicaran ingentes esfuerzos para el desarrollo de la cadena cacaotera salvadoreña y concretaran un instrumento rector y orientador del desarrollo productivo de esta importante área.
La Política para el desarrollo de la cadena del Cacao es el resultado de un proceso inclusivo y participativo iniciado en 2016 y en el que se tomaron en cuenta criterios de diversos actores, con el fin de generar el mayor consenso posible y coadyuvar a la adopción rápida de sus propuestas, contenidos y visión para el futuro del cacao nacional.
Esta herramienta de trabajo es la base para fortalecer la innovación, generación y transferencia de tecnología; fomentar el desarrollo del cultivo de cacao fino de aroma en sistemas agroforestales; posicionarlo en el mercado nacional e internacional y fortalecer las capacidades de gestión agroempresarial de los diferentes productores.
Los seis ejes principales de la Política se dirigen al fortalecimiento institucional, gestión del conocimiento, establecimiento de sistemas agroforestales con cacao para contribuir la adaptación al cambio climático, desarrollo de la agroindustria cacaotera, comercialización del cacao y sus derivados y acceso a financiamiento.
El cacao salvadoreño fue considerado hace cientos de años una moneda de intercambio comercial y fue reconocido también como “la bebida de los dioses”, pero ahora esta semilla vuelve a renacer y a considerarse uno de los rubros con mayor futuro, por lo que el país se empeña en producir su cacao ancestral para luego obtener chocolate de la mejor calidad.
Durante la presentación, realizada en la última edición del programa Casa Abierta, el ministro Ortez destacó que especialistas mexicanos, con quienes se ha trabajado en diferentes investigaciones en esta materia, afirmaron que poseemos el mejor cacao blanco fino de aroma de la región mesoamericana, encontrado en la zona de nonualcos, usuluteco e izalcos.
Con la recuperación paulatina que tiene este renglón las cifras han variado sustancialmente: en 2014 el MAG reportaba 989 manzanas de cacao sembradas en todo el territorio nacional con 365 productores; actualmente están registradas 9,147 manzanas sembradas con esta semilla y se reportan 7,277 productores.
Para el presidente Sánchez Cerén “estamos frente a una de las marcas de nuestro país, y esa tiene que ser la de nuestro cacao ancestral, una de las marcas con las cuales podamos estar en el mundo, donde el cacao de El Salvador es uno de los principales productos de mayor calidad”.
Por / Transparencia Activa.