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El reciente informe del Ministerio de Hacienda sobre la ejecución presupuestaria de 2024 muestra que las instituciones del Órgano Ejecutivo solo gastaron, en promedio, el 79.9% del presupuesto que les aprobaron. De todo el presupuesto aprobado no ejecutaron $1,350 millones, un monto demasiado grande tomando en cuenta las acuciantes necesidades económicas y sociales del país.
Veamos la ejecución de algunos ministerios:
- Obras Públicas y Transporte: 47%, a pesar de que hay muchísimo que construir y reparar y todos los días el Gobierno promete obras.
- Vivienda: 75%, pese a que 500,000 familias (casi 2 millones de personas) necesitan viviendas dignas.
- Educación: 77.6%. No se ejecutaron $387 millones del total asignado, a pesar del cierre de escuelas y de las grandes carencias del sistema educativo.
- Agricultura y Ganadería: 79%, a pesar de que la producción agropecuaria cayó y los alimentos están carísimos.
- Salud: 89.7%. No se ejecutaron $138.6 millones de lo asignado, como si no fuera necesario invertir en el primer nivel de atención, garantizar medicinas en los hospitales y enfrentar otros males y carencias del sistema de salud.
- Gasto en activos fijos (obras y construcciones): 29.8%, que equivalen a $419 millones de los $1,405 millones aprobados. No se ejecutaron $986 millones. ¡Impresionante!
Mientras las áreas vitales de la economía y los servicios sociales se deterioran, los militares gastaron $320 millones en 2024 y a la Oficina de Inteligencia del Estado la aprobaron un refuerzo presupuestario de $6 millones. Ese exceso de gastos le sirve a Bukele pero no al pueblo.
Finalmente, al pago de la deuda se destinaron $3,958 millones. Ese monto supera lo gastado por 15 de los 16 ministerios juntos y representó el 37% de todo el gasto del Estado. Y a pesar de ese enorme pago, la deuda pública creció en $2,511 millones y llegó a $32,107 millones (90% del PIB), porque una parte de lo que se pagó fueron intereses, que no reducen la deuda.
El año 2025 será peor que 2024, pues al presupuesto le recortaron gastos e inversiones por alrededor de $1,200 millones: Miles de personas despedidas, 30 escuelas cerradas, menos materiales educativos, más carencias en los hospitales. En fin, más precariedad económica y social.
Por: César Villalona