José M., cayó desmayado en el parque de San Buenaventura y fue auxiliado por unos militares que pasaban por el lugar. Ellos lo trasladaron al hospital de Nueva Guadalupe, donde permaneció tres días hospitalizado debido a una intoxicación por aguardiente, luego fue dado de alta este 14 de febrero.
“Me dieron de alta porque ya no había medicamentos. Necesitaba potasio y me pidieron que lo comprara, pero no tengo dinero. Así que me dieron el alta para que me viniera a morir a la casa”, relató José.
Ante la falta de medicamentos, lo común es que los médicos entreguen recetas a los pacientes. Sin embargo, en el hospital de Nueva Guadalupe, los médicos tienen prohibido firmar y sellar recetas, pues temen que la población los denuncie en redes sociales y eso “afecte la buena imagen del gobierno”.
Por: Prensa Izcanal