La aprobación de la ley, que convierte el Bitcoin en una moneda de curso legal en nuestro país, es una decisión tomada sin ningún estudio, una repetición de lo que hizo el gobierno de ARENA hace 20 años, cuando dolarizó la economía en un madrugón que le trajo serias repercusiones al país y a la economía de la población.
Por: Kenia Aguilar
El bitcoin es un cripto valor, no una cripto moneda, pues solo sirve para acumular activos. Pero con esta nueva se convertirá en una moneda, o sea, en dinero de curso legal, que circulará junto al dólar, no de forma física, sino virtual, a través de un programa informático. Será dinero porque cumplirá con algunas funciones:
1. Unidad de cuenta. Esa es una de las facultades del dinero, que consiste en que el precio de una mercancía se fija en dinero. Por ejemplo, el precio de un pantalón es de 20 dólares. Con la nueva ley, el precio también estará en bitcoin.
2. Medio de intercambio, que consiste en intercambiar el dinero por una mercancía que se compra. Esa función, que la cumple el dólar, también la cumplirá el bitcoin.
3. Medio de pago. Eso quiere decir que los salarios y pensiones se podrán pagar en bitcoin.
Sin embargo, otra función del dinero es ser reserva de valor, porque el dinero tiene la cualidad de que expresa posesión de riqueza. El bitcoin no es una reserva de valor porque su valor es muy volátil, puede cambiar de un momento a otro (en la mañana de un lunes puede valer $65 mil y el jueves puede valer $2 mil).
Según lo aprobado por la Asamblea, al compran algún servicio o producto nos tienen que ofrecer las dos opciones de precios – en dólares y bitcoin-, lo mismo que dijeron cuando dolarizaron el país, pero al final el colón desapareció. En este caso el dólar no va a desaparecer porque no obligan a los bancos a transferir los dólares al Banco Central de Reserva (BCR), para sacarlos (los dólares) de circulación, sino que, van a circular las dos monedas.
El manejo del bitcoin tiene mucho riesgo, pues su valor cambia mucho con respecto al dólar. Por ejemplo, en abril pasado un bitcoin valía $64,000 y hoy ronda los $32,000. Eso quiere decir que quien tenía un bitcoin hace dos meses tenía $64,000 dólares y hoy tiene menos de la mitad. Y mañana puede valer más o vale menos. Entonces la gente no sabe de qué cantidad de dinero dispone.
Otro ejemplo, si queremos comprar un pantalón de $10 y pagar con bitcoin, al momento de pagar puede haber un cambio de precio, pues si el bitcoin pierde valor hay que pagar más por el pantalón.
Eso puede pasar al instante o en semanas. Una persona encuentra unos precios hoy en el supermercado y en una semana encuentra otros, más altos o bajos, porque todo depende de la relación entre el bitcoin y el dólar, que cambia día a día, o en semanas o en meses.
Eso es lo más preocupante de esto, porque una moneda no es para especular, es para tener estabilidad, ya que los precios de todas las cosas se fijan en una moneda, puede haber una inflación, los precios pueden subir; pero con el bitcoin es con la fluctuación de otras monedas (en nuestro caso, con el dólar), que es el que sirve de referente en el tipo de cambio.
La ley también dice que todas las deudas adquiridas antes de su aprobación pueden seguir en dólares o se pueden transferir a bitcoin. Esto también es peligroso, ya que este gobierno se ha caracterizado por sus barrabasadas, muy bien puede convertir las reservas de dólares del BCR a bitcoin y también los ahorros de la gente. Y si el bitcoin pierde valor, los dólares que uno tenía en el banco disminuyen.
Otro aspecto preocupante es que si, en algún momento, te estafan (una realidad muy frecuente en nuestro país), no hay donde ir a quejarse, porque esta «moneda» no la emite ninguna autoridad monetaria, ningún banco central del mundo, es una red inanimada sin respaldo, porque se utiliza un monedero electrónico, que funciona con una base de datos mundial (todo por computadora), donde se hacen transacciones, sin que nadie sepa la procedencia de ese dinero; generando las condiciones para que se haga lavado de dinero, o sea, que se haga legal un dinero mal habido.