“Botaron las ramas y los troncos, pero dejaron las raíces que son las que estamos ahorita”, afirmaron los pueblos indígenas este 22 de enero.
Pueblos originarios del occidente de El Salvador realizaron actos conmemorativos de la masacre indígena y campesina de 1932 ordenada por el gobernante de turno Maximiliano Hernández Martínez. La noche del jueves, con velas en mano, una peregrinación se dirigió a las fosas comunes de Izalco, Sonsonate, donde se encuentran los restos de las personas masacradas.
“A 89 años, los que nacimos medio muertos después de 1932 hoy estamos más vivos que nunca, haciendo valer nuestros derechos, el derecho a existir como pueblos originarios y que se ratifiquen los convenios internacionales a favor nuestro”, expresaron.
Aunque en 2014, la Asamblea Legislativa finalmente ratificó en la Constitución la existencia de los pueblos indígenas, como resultado de sus luchas, hasta hoy el Estado no materializa el cumplimiento de sus derechos. Frente al silencio de instituciones gubernamentales, en esta nueva conmemoración de la masacre agradecieron a sus ancestros y recordaron las razones por las que fueron reprimidos.
“Murieron por proteger sus derechos, por aquellas tierras que les habían arrebatado, aquellas tierras comunales, ejidales, que fueron quitadas para dar el grano de oro, aunque nuestros ancestros, nuestros abuelos, nunca recibieron un cinco por eso”, afirmaron.
Una de sus principales demandas es que les sean devueltas las tierras que les quitaron. Señalan que la implementación de una reforma agraria no les trajo ningún beneficio.
En otra actividad conmemorativa, integrantes de pueblos originarios llegaron a El Llanito, Sonsonate, para reivindicar, con una ceremonia, a sus familiares asesinados.
“Botaron las ramas y los troncos, pero dejaron las raíces que son las que estamos ahorita”, afirmaron los pueblos indígenas del occidente del país este 22 de enero.
Por: ARPAS.