Debido a la reducción en la producción de café del 24 % y la tendencia a que desaparezca el bosque cafetalero en el país, la Asociación Cafetalera de El Salvador pidió al Gobierno regular las importaciones del grano, para darle oportunidad a los productores nacionales de vender sus cosechas, y considerar dicho cultivo como una solución estratégica de nación.
El presidente de la Asociación Cafetalera, Omar Flores señaló que el pasado 8 de diciembre de 2020 entregaron al presidente de la República, Nayib Bukele, una propuesta para la reactivación de la caficultura, que incluye una reestructuración de la deuda, financiamiento para renovación del parque cafetalero, normar el canon de transformación y reconocimiento por el aporte ambiental e hídrico, sin embargo, hasta la fecha no han recibido respuesta.
“Para proteger la producción nacional solicitamos regular las importaciones a fin que se proteja el café nacional que es de calidad, ya que las importaciones en 2019 representaron el 32 % del consumo, los países de los que se importa café es Brasil, México y Colombia. El comportamiento de la producción de café de los últimos 28 años demuestra, que si no recibe apoyo del Gobierno, la tendencia es que desaparezca el bosque cafetalero en el país”, sostuvo Flores.
Asimismo, indicó que la producción 2019-2020 cerró con una cosecha de 740,100 quintales de café, la cual equivale a una disminución comparada con 2018-2019, que fue de 955,115 quintales, esto debido a la falta de mantenimiento de los cafetales, por la escasez de recursos financieros que impactó en las labores de fertilización, poda de sombra, corta de maleza y otras actividades agrícolas que requiere la planta para su desarrollo.
Añadió que la caficultura atraviesa una de las peores crisis por lo cual existe una amenaza latente a que colapse en los próximos dos años, que traería consecuencias como una crisis en el suministro de agua a la población salvadoreña; la contaminación producida por los gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono aumentaran la contaminación y recalentamiento. “Hemos presentado a la Asamblea Legislativa la reforma a dos decretos relacionados con la suspensión de embargos, la modificación solicitada es que sea vinculante hacia cooperativas, y que el embargo proceda cuando hay recursos financieros para reestructurar la deuda que solvente su situación. Hemos pedido un plazo de tres años para ambos decretos”, agregó el presidente de la Asociación Cafetalera.
En cuanto a las exportaciones, en 2020 fue de 597,288 quintales de café, que es una disminución de 145,625 quintales en comparación con los datos de 2019, lo cual tiene una relación directa con la baja producción. De las exportaciones el 76.10 % fueron con destino a Estados Unidos, Alemania, Japón, Italia y Bélgica, mientras el resto se exportó a 34 países.
En primer lugar el país al cual se exportó fue Estados Unidos con el 44.30 %, seguido de Alemania con el 9.10 %, Japón 8.80 %, Italia el 7.80 % y Bélgica el 6.10 %. Aunque el precio mejor pagado es el de los 34 países del resto del mundo que fue $181.69 el quintal.
El café producido en el país es preferido por su calidad, aquí las exportaciones fueron de 439,732 quintales que fueron pagados a un promedio de $171.37, aunque este precio nunca llega a los caficultores, pues a ellos les pagaron entre $47 y 70 por cada quintal.
El representante de los cafetaleros manifestó que durante la cuarentena obligatoria por la pandemia del COVID-19 no afectó las labores agrícolas del sector, porque fueron permitidas y se desarrollaron normalmente, para desarrollar las tareas los productores siguieron los protocolos sanitarios y en estos momentos donde es el tiempo de la corta del café que hay mayor afluencia de personas han intensificado las medidas para evitar una propagación del virus.
Por: Co Latino.