La CIDH expresa su “gran preocupación” por las esterilizaciones forzadas de mujeres migrantes en un centro de detención en Georgia, Estados Unidos.
“La CIDH [Comisión Interamericana de Derechos Humanos] recuerda que el Estado tiene la obligación de garantizar la vida e integridad de las personas bajo su jurisdicción y de obtener el consentimiento previo, libre y plenamente informado antes de realizar cualquier intervención médica, incluso la esterilización quirúrgica”, ha señalado este miércoles la CIDH en su cuenta de la red social Twitter.
Una enfermera del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EE.UU., llamada Dawn Wooten, alegó la semana pasada que muchas mujeres detenidas fueron llevadas a un ginecólogo anónimo, a quien ella etiquetó como el “recolector de úteros” debido a la cantidad de histerectomías que practicó.
Al parecer, el galeno en cuestión es el Dr. Mahendra Amin, que enfrenta acusaciones relacionadas con haber practicado histerectomías y otros procedimientos a mujeres retenidas en el Centro de Detención del condado de Irwin que no buscaban someterse a tales intervenciones o no entendieron completamente los trámites.
La CIDH ha exigido, asimismo, al Estado que ponga fin de “inmediato” a las “esterilizaciones forzadas, investigue de forma diligente los hechos, sancione a las personas responsables y tome medidas de no repetición, garantizando el acceso efectivo a la justicia de las personas afectadas”.
En este sentido, varias organizaciones defensoras de los derechos civiles presentaron, el 14 de septiembre, una queja ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) basada en el testimonio de la enfermera mencionada.
El martes, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, condenó la esterilización de las mujeres migrantes en Georgia y lo consideró un acto “inaceptable”, al mismo tiempo que emitió una alerta consular para llevar a cabo investigaciones sobre lo que les había ocurrido a las féminas.
De acuerdo con los datos proporcionados por el propio ICE, el Gobierno estadounidense, entre 2013 y 2017, registró 1310 denuncias de agresiones sexuales en los centros de detención.
Además, en febrero de 2019, el Departamento estadounidense de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) informó haber recibido 4556 denuncias de abusos sexuales contra niños migrantes no acompañados en las instalaciones sitas en la frontera con México, entre 2014 y 2018.
Por: Hispantv.