El juez decano del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Celso de Mello, comparó la situación actual en este país con la Alemania de Adolf Hitler y destacó la necesidad de resistir ante la “destrucción del orden democrático”.
«Guardando las debidas proporciones, el ‘huevo de serpiente’, la similitud a lo que sucedió en la República de Weimar (1919-1933) parece estar a punto de eclosionar en Brasil», señala en una nota enviada al resto de jueces de la Corte y recogida por la prensa local.
Mello insiste en «resistir ante la destrucción del orden democrático, para evitar lo que sucedió en la República de Weimar cuando Hitler, después de ser elegido por votación popular y luego nombrado por el presidente Paul von Hindenburg como canciller de Alemania, no dudó en romper y anular la progresista, democrática e innovadora Constitución de Weimar para imponer al país un sistema totalitario de poder».
La semana pasada, el presidente Jair Bolsonaro compartió un video donde el abogado Ives Gandra Martins argumenta que en Brasil las Fuerzas Armadas pueden actuar como poder moderador, de forma puntual, cuando hay un punto muerto entre los otros poderes.
El juez Celso Mello es responsable de la investigación sobre las acusaciones del exministro de Justicia Sergio Moro al presidente por un presunto intento de interferencia política en el seno de la Policía Federal con el objetivo de proteger a dos de sus hijos.
En estos momentos, se investiga a empresarios, blogueros y parlamentarios cercanos al presidente sospechosos de participar en una red de noticias falsas que tendría como objetivo amenazar e intimidar a jueces de la Corte, y en la que podría estar involucrado Carlos Bolsonaro, hijo del mandatario.
Bolsonaro a caballo
Los últimos domingos, Bolsonaro ha participado en varias protestas en Brasilia en las que se ha exigido el cierre del Congreso y del Tribunal Supremo. Con 29.314 fallecidos 514.000 contagiados de coronavirus, el pasado domingo el presidente volvió a participar en una manifestación frente al Palacio del Gobierno junto a cientos de simpatizantes.
Bolsonaro sobrevoló en un helicóptero militar la manifestación. Al aterrizar, sin llevar la mascarilla de obligado uso en Brasilia, saludó a sus seguidores y sostuvo en brazos a varios niños. Al grito de «mito, mito», los simpatizantes fueron provocando aglomeraciones.
Pero el momento del día llegó cuando Bolsonaro subió a un caballo de la Policía y cabalgó brevemente ante las miradas de sus seguidores.
Durante esa misma jornada, una manifestación pacífica en defensa de la democracia en Sao Paulo terminó en violentos enfrentamientos con partidarios de Bolsonaro. La Policía intervino con gases lacrimógenos y balas de goma, y al menos cinco personas fueron arrestadas.
Por: RT.