Según la Procuraduría de Derechos Humanos, la crisis ha estado mitigada gracias a redes comunitarias de autoayuda junto con el aporte de las comunidades migrantes.
El representante de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) en Guatemala, Jordán Rodas, recomendó este jueves al Congreso que la atención alimentaria se considere como emergencia nacional ante serios indicios de que la actual crisis se puede transformar en hambruna.
Según el representante de la PDH, el tema de la crisis alimentaria se eleva a categoría de amenaza a la seguridad nacional ante el avance de la Covid-19.
De acuerdo con Rodas, la desatención acelera las condiciones de hambruna en aquellos que tienen agotadas sus reservas de ingresos y alimentos básicos. Todo ello causado por la desaparición de empleos y el aumento de las restricciones de movilización.
“En regiones de San Marcos, Huehuetenango, las Verapaces y el suroriente la hambruna está tocando el umbral de las familias vulnerables”, aseveró Rodas.
Asimismo, la PDH llama la atención sobre la burocratización “exagerada” y “carcomida” por “prácticas discrecionales y opacas” en los programas del Gobierno para enfrentar la actual crisis económica provocada por la pandemia.
Agrega que estos programas no llegaron a sus destinatarios y en los pocos casos en que ocurrió son insuficientes los alimentos, y se privilegiaron los lugares tradicionales atendidos por fácil acceso geográfico.
Teniendo en cuenta esa situación, la PDH pide al Gobierno acabar de manera inmediata las barreras burocráticas en el manejo de los programas y a ejercer un control más estricto, fiscalización y auditoría social sobre el proceder de los servidores públicos en cada jerarquía.
Por: teleSUR.