Una voz comprometida con las comunidades. Rutilio Grande, sacerdote jesuita, promotor de un evangelio distinto, más apegado a la realidad de la población empobrecida, se conducía en la carretera a El Paisnal, junto a Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, cuando fue emboscado el 12 de marzo de 1977, según testigos, por una unidad de la Guardia Nacional.
Su voz era incómoda, para las autoridades de turno, porque, desde la iglesia, señalaba las injusticias que vivía el pueblo, entre ellas los bajos salarios. A Grande lo mataron por “decir la verdad y querer justicia para su pueblo”, dijo en una entrevista para la Red Informativa de Arpas Eva Menjívar, religiosa de las Comunidades Eclesiales de Base.
Ese día, cuando le asesinaron junto a sus acompañantes, campesinos de Aguilares abarrotaron el lugar adonde llevaron su cuerpo, “lleno de balas” y aún sangrando. A Monseñor Romero, muy cercano a Grande, le generó una “marca muy profunda, en su ver y en su juzgar”, dijo Menjívar.
Romero les contó que “el Coronel Molina le había hablado dándole el pésame por el padre (cuando aún Romero no sabía la noticia), diciendo ´nosotros no hemos sido´, ¿pero cómo él sabía?”, expresó la religiosa.
Conmemoran 43 años de su martirio
Al lugar conocido como “Las tres cruces”, en la carretera que conduce a El Paisnal, llegaron este 12 de marzo las personas que buscan mantener viva su memoria.
“Los hombres que viven en el pueblo viven en el corazón del pueblo”, dijo Rutilio Sánchez, otro sacerdote que fue cercano de Grande y acudió a su conmemoración. El religioso agregó que la memoria del sacerdote mártir hay que honrarlo “diciendo la verdad, denunciando a quienes ofenden la dignidad del pueblo”.
En el 43 aniversario del asesinato del sacerdote Rutilio Grande y sus compañeros, las comunidades leyeron la carta del Vaticano en la que el Papa Francisco aprobó su beatificación.
El viernes 21 de febrero, Francisco autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos, que hiciera público el Decreto de aprobación del martirio del Padre Rutilio Grande SJ, y compañeros mártires Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, confirmó el Arzobispado.
Éste es el primer paso hacia una posible canonización del sacerdote promotor de las Comunidades Eclesiales de Base.
El Papa Francisco reconoció “el martirio de los Siervos de Dios Rutilio Grande García, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús, y 2 compañeros, laicos, asesinados en El Salvador, por odio a la Fe, el 12 de marzo de 1977”.
El anuncio de la iglesia católica llegó seis años desde el inicio de la causa de Beatificación.
Por: ARPAS.